El ejecutivo dijo a periodistas que el BID era la primera institución financiera internacional que ofrecía este tipo de garantías parciales de crédito para los contratos de vacunas, atendiendo a las demandas de indemnización de las empresas y eliminando un obstáculo para la respuesta a la pandemia.
América Latina representa el 8% de la población mundial, pero ha registrado el 27% de las muertes por COVID-19 del mundo, dijo.
"Esencialmente, es un instrumento financiero que proporcionará garantías para contingencias y responsabilidades, ya sea con los países o con las farmacéuticas", dijo.
"Esto ayudaría tanto a los países como a los fabricantes de vacunas a resolver las obligaciones de indemnización, y por tanto a eliminar ese obstáculo clave para las negociaciones de los contratos de vacunas", afirmó. "Esperemos que esto ayude a las negociaciones bilaterales".
Claver-Carone admitió que el instrumento no era "una varita mágica" y dijo que el BID, el principal prestamista para el desarrollo de América Latina, seguiría trabajando con los países prestatarios en otras cuestiones relacionadas con las vacunas, además de ayudarles a establecer marcos normativos.
Argentina y otros países de América Latina han expresado su preocupación por lo que Claver-Carone calificó como exigencias contractuales "cada vez más onerosas" por parte de las empresas farmacéuticas en sus negociaciones para la venta de las vacunas COVID-19.