En abril de este año México registró reservas internacionales por 195,267 mdd, según datos del banco central.
El banco central explica en su página de internet que las reservas internacionales se constituyen por las divisas y el oro propiedad del Banco de México, que se hallen libres de todo gravamen y cuya disponibilidad no esté sujeta a restricción alguna.
La posición a favor de México con el Fondo Monetaria Internacional (FMI) derivada de las aportaciones efectuadas a dicho organismo; las divisas provenientes de financiamientos obtenidos con propósito de regulación cambiaria del FMI y otros organismos de cooperación financiera internacional o que agrupen a bancos centrales, de bancos centrales y de otras personas morales extranjeras que ejerzan funciones de autoridad en materia financiera, refiere la institución.
No se consideran las divisas pendientes de recibir por operaciones de compra-venta contra moneda nacional, y se deducirán los pasivos del Banco de México en divisas y oro, excepto los que sean a plazo mayor de seis meses al tiempo de hacer el cómputo de la reserva, y los correspondientes a los financiamientos obtenidos con propósito de regulación cambiaria anteriormente mencionados.
De acuerdo con el artículo 50 de la Ley del Banco de México, la institución, a petición del secretario de Hacienda y Crédito Público, podrá ser auditada por un auditor externo elegido de una terna, con la aprobación de la Comisión de Vigilancia de la Auditoria Superior de la Federación.
El artículo 51 señala que el banco central enviará al Poder Ejecutivo y al Legislativo en enero de cada año, una exposición de la política monetaria que se llevará a cabo durante ese año y un informe del presupuesto y gasto corriente e inversión física. También debe presentar un informe trimestral de inflación, evolución económica y comportamiento de los indicadores económicos del país. La información se complementa con un informe anual al Congreso de la Unión.
Adicionalmente, el Gobernador del banco central podrá ser citado para comparecer por cualquiera de las dos Cámaras.
Con base en disposiciones legales, subrayó el presidente, el dinero de los remanentes de Banxico “se debe de utilizar en el pago de la deuda pública, no es para que se derroche. Pagar deuda significa ahorrar en el pago del servicio de la deuda”.
El gobierno cuenta con finanzas públicas sanas, por lo que “no necesitamos del Banco de México, no le vamos a pedir que nos den de las reservas. Si acaso que informen cómo se manejan esos fondos”, aseguró.
López Obrador recordó que, a diferencia de esta ocasión, en la administración anterior sí hubo remanentes.
“El director del Banco de México trabajaba en Hacienda y fue hasta director de Nacional Financiera, muy cercano a (José Antonio) Meade, a (Luis) Videgaray. Ahora ya no es lo mismo”, señaló el mandatario.
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