"Una reforma fiscal (con aumento de impuestos) busca que los cautivos paguen más y los demás paguen lo mismo. Lo que se busca es justicia fiscal, es decir que todo el mundo pague lo que tenga que pagar de acuerdo a su nivel de ingresos" dijo la funcionaria en conferencia de prensa el lunes.
Buenrostro consideró sustentable mantener esta postura, sin embargo admitió limitaciones en el SAT. Explicó que en el área de grandes contribuyentes se hicieron 800 auditorías el año pasado, mientras que en el resto de las áreas hubo cerca de 100 mil: "no podemos hacer más".
De los 1.4 billones de pesos, cerca de 700,000 millones de pesos (mdp) están en el rango de grandes contribuyentes, en el sector informal existen 500,000 mdp, mientras que en aduanas y comercio exterior hay 150,000 mdp.
La titular del fisco dijo que la propuesta de reforma fiscal que se presentará en el segundo semestre del 2021 girará en los ejes de certeza jurídica y facilidad administrativa: "hacer más simple la simplificación para dar de alta a una empresa, para que en una sola visita el empresario dé de alta su empresa (...) eso también implica mucha inversión en tecnología", dijo.
La otra es la certeza jurídica en los contribuyentes, sobre todo en los grandes porque hay criterios para interpretar la ley de manera diferente, lo cual lleva a una discrepancia en el pago de impuestos, por lo que "se buscará precisar la redacción".
Raquel Buenrostro descartó cambios en la manera de trabajar con la llegada de Rogelio Ramírez de la O a la secretaría de Hacienda, al destacar que han colaborado en el pasado, sobre todo cuando Andrés Manuel López Obrador fue jefe de gobierno de la CDMX. "Lo conozco desde hace más de 20 años", dijo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) llamó el año pasado a México a promulgar una reforma tributaria una vez que la recuperación de la pandemia de COVID-19 se afianzara, con el objetivo de impulsar la economía y respaldar el gasto en el mediano plazo.
Los países del G20, incluido México, están considerando un acuerdo más amplio el próximo mes en Venecia, tras un histórico convenio del G7 alcanzado el fin de semana que tiene como objetivo sacar más dinero de las empresas multinacionales y reducir los incentivos para los paraísos fiscales en el extranjero.