En México el coronavirus provocó que cerca de 10.6 millones de personas entraran en situación de pobreza y 9.2 millones en pobreza extrema, de acuerdo con cifras dadas a conocer por el Instituto de Investigación para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE) de la Universidad Iberoamericana.
El porcentaje de mexicanos en pobreza pasó de 52% a 54% entre mayo de 2020 y marzo del año en curso. “Va a haber efectos grandes en pobreza que continúan a lo largo de 2021. Los impactos y las secuelas de esta crisis están todavía por verse, estamos a tiempo de intervenir”, dijo el miércoles Graciela Teruel, directora del EQUIDE en la presentación de la encuesta de seguimiento de los efectos del COVID-19 en el bienestar de los hogares mexicanos (ENCOVID).
En mayo de 2020, la tasa de desocupación era de 15.5%. Para diciembre se dio un descenso a 7.1%. Sin embargo, en marzo de este año hubo un ligero repunte, para quedar en 7.3%. Al ver la fotografía por sector formal e informal, estos quedaron en 6.2% y 8.1%, respectivamente, añadió Teruel.
El reporte analizó las recesiones de las últimas décadas para determinar las estructuras del mercado laboral.
"Es fundamental centrarse en los trabajadores porque los impactos a largo plazo de las crisis sobre los mercados laborales pueden generar pérdidas de ingresos más profundas de lo que se creía anteriormente", indicó la investigación.
"Durante 20 meses después del comienzo de una recesión, el empleo general tiende a permanecer más bajo, y el empleo formal sigue situándose por debajo de los niveles previos a la crisis durante más de 30 meses".
Además de la urgencia de un marco sólido de políticas macroeconómicas contracíclicas, el Banco Mundial añadió que son necesarios más estudios para comprender los esquemas de trabajo informal y formal en la región y las transiciones que se generan entre ambos frentes cuando ocurre un shock económico.
"Muchos trabajadores no se sobreponen por completo, ni siquiera a largo plazo; los ingresos se mantienen bajos y sus carreras profesionales se deterioran. Quienes más pierden, pierden mucho", expresó.
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En un reflejo de la marcada disparidad global, los trabajadores menos cualificados sufren más efectos permanentes en Latinoamérica, en tanto que los empleados con más estudios e ingresos suelen ver ajustes de menor magnitud y más breves tras las recesiones, señaló el reporte.
Con información de Reuters