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El euro digital inicia su camino para convertirse en una realidad

Si todo sale bien, la nueva moneda podrá ver la luz en 2025 y sumarse a los medios de pago a disposición de los europeos.
mié 14 julio 2021 11:25 AM
Euro digital
Pagar con monedas digitales no difiere mucho de los medios existentes como Apple Pay o Paypal, consideró Heike Mai, economista del Deutsche Bank.

La posibilidad de un euro digital avanza con el anuncio del Banco Europeo Central (BCE) de un proyecto piloto de dos años para introducir a largo plazo esta moneda, ante la creciente desmaterialización de los pagos y la multiplicación de estas monedas alrededor del mundo.

El BCE va a lanzar la "fase de investigación" del proyecto de euro digital, que tiene por objetivo suministrar "una moneda bajo su forma más segura”. La decisión final sobre su creación llegará después de esta fase de investigación, de acuerdo a un comunicado publicado por la institución en Fráncfort.

Nueve meses después de la publicación de un informe preliminar y de una ingente consulta pública, el BCE decidió "acelerar la marcha y lanzar el proyecto de euro digital", según su presidenta, Christine Lagarde.

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Si todo sale bien, el euro digital podrá ser una realidad en 2025 y sumarse a los medios de pago a disposición de los europeos.

El BCE se compromete con este proyecto en un momento en el que otros grandes bancos centrales, como el chino y el de Estados Unidos, trabajan a su vez en la emisión de sus propias criptomonedas.

¿Para qué un euro digital?

El BCE quiere acompañar el boom de los pagos virtuales, que se expandió con la pandemia de COVID-19.

Incluso en Alemania, donde impera el dinero en efectivo, los consumidores en 2020, por primera vez, hicieron más gastos por tarjeta.

Pero el BCE teme que este entusiasmo no aproveche las monedas virtuales privadas o las divisas extranjeras.

En 2019, el proyecto de Facebook de crear una moneda virtual provocó un electrochoque.

Además varios países, como China y Estados Unidos, también trabajan en la emisión de sus propias criptomonedas.

China prueba desde marzo el pago con e-yuan mediante teléfono móvil, con la ambición de convertirlo en una moneda virtual de referencia que compita con el dólar, según los expertos.

"Una Europa soberana necesita soluciones de pago innovadores y competitivos", exhortó recientemente el ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz.

"La moneda del banco central estará en el corazón del sistema de pagos, reforzando la autonomía de Europa en esta era de monedas digitales", declaró Fabio Panetta, miembro del directorio del BCE.

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¿Cuál es el interés para el consumidor?

El euro digital va a permitir a familias y empresas disponer directamente de esta moneda con una cuenta abierta en el BCE, lo cual actualmente está reservado a los bancos comerciales.

Este dinero estará protegido de todo riesgo de pérdida, un argumento fuerte en momentos en que el proyecto de garantías europeas de depósito está estancado.

El BCE promete también una utilización rápida, fácil y segura a la hora de pagar en un supermercado o en línea mediante una aplicación de teléfono móvil, por ejemplo.

La meta será "persuadir a los consumidores a pasarse a un nuevo medio de pago que no difiere mucho de los existentes en términos de trato y gama de servicios", como Apple Pay o Paypal, consideró Heike Mai, economista del Deutsche Bank.

"Los hábitos de pago de los consumidores no cambiarán con el lanzamiento del euro digital", vaticinó Guido Zimmermann, analista de LBBW.

Pero el sistema podría evolucionar en algunos años, cuando el número y las formas de las monedas digitales hayan aumentado, según Zimmermann.

Los usuarios podrán, por ejemplo, hacer transferencias o pagos entre europeos, reduciendo los costos bancarios, con su "portafolio" de euros digitales disponible 24 horas al día, siete días a la semana.

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¿En qué se diferencia de una criptomoneda?

Una criptomoneda como el bitcóin no es un medio de pago oficial, su unidad de cuenta no está definida por el Estado sino que es emitida por organizaciones privadas o controlada por participantes de una red informática.

La emisión de nuevos bitcoins está regulada por un algoritmo y no por un comité de política monetaria.

Los bancos centrales quieren darle estabilidad a este mundo especulativo de las monedas digitales, cuya cotización parece una montaña rusa. "Un euro hoy debe valer un euro mañana, ya sea en especie o digital", sostuvo el BCE.

¿Cuáles son los riesgos?

El BCE debe tomar en cuenta las inquietudes de los europeos sobre los riesgos para la protección de su privacidad, una prioridad surgida de una consulta reciente de la institución.

Los datos deben estar más protegidos con el euro digital que con los equivalentes propuestos por los prestatarios privados, asegura el BCE.

Pero el camino es estrecho porque no se trata de ofrecer la misma garantía de anonimato que el efectivo, por los motivos evidentes de lucha contra el fraude fiscal y el financiamiento de actividades ilícitas.

El principal riesgo es la fuga de ahorrantes hacia esta nueva forma de moneda, que permite evitar las tasas de una cuenta clásica de depósito, lo que podría fragilizar a los bancos en la zona del euro.

El BCE estudia gravar los depósitos en moneda por encima de cierto monto, por ejemplo 3.000 euros, indicó Fabio Panetta, miembro del directorio del BCE, en una entrevista con el diario Financial Times.

Además, no se pretende ampliar la brecha digital existente dentro de las sociedades. "Vamos a continuar emitiendo dinero en efectivo", remarcó Panetta.

La UE propone el primer arancel al carbono

Mientras avanza la moneda digital, la Comisión Europea presentó el miércoles una propuesta para el primer arancel fronterizo sobre el carbono del mundo, que impondría costes de emisión a las importaciones de bienes como el acero, el cemento y el aluminio.

Según la Comisión, la tasa fronteriza se introduciría gradualmente a partir de 2026. La medida está pensada para proteger a las industrias europeas de los competidores extranjeros que no están sujetos a los mismos costes asociados a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono.

Según un documento de la Comisión, a partir de 2023-25 habrá una fase de transición en la que los importadores controlarán y notificarán sus emisiones.

De acuerdo con la propuesta, los importadores deberán comprar certificados digitales que representen el tonelaje de emisiones de dióxido de carbono incorporado a sus mercancías importadas.

Igualmente, podrán reclamar una reducción de los costes de carbono en la frontera si los bienes ya han sido sometidos a una tasa de carbono en el país de origen.

En el mundo se usan unos 64 instrumentos de fijación de precios del dióxido de carbono, entre los que se encuentran programas de compraventa de derechos de emisión o impuestos, en lugares como China y algunos estados de Estados Unidos, entre ellos California.

Sin embargo, sólo cubren el 21% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, según un informe de mayo del Banco Mundial, y los precios de estos sistemas también varían mucho.

La Comisión ha dicho que la medida de la frontera del carbono cumplirá las normas de la Organización Mundial del Comercio, pero la idea ha sido recibida de manera hostil por parte de algunos socios comerciales, entre ellos China y Rusia.

Con información de AFP y Reuters.

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