“Los activos y pasivos relacionados con los DEG, se registran en el balance del banco central, y entran, tanto en su pasivo como en su activo con base en principios contables de partida doble, nunca entran en la contabilidad de la secretaria de Hacienda del gobierno federal ni virtualmente, ni temporalmente, ni en ninguna otra circunstancia; por eso los DEG son parte de la reserva internacional y su trato tiene que ser igual a los activos de esta reserva”, explicó Ángel García-Lascurain, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
Pagar deuda con más deuda
Lascurain explicó que todos los miembros del FMI pueden mantener sus asignaciones como parte de sus reservas internacionales o las pueden intercambiar por monedas de libre uso entre ellos y con otros tenedores que estén autorizados.
Para pagar pasivos en dólares o euros con este tipo de recursos, la secretaría de Hacienda tiene que tomar recursos en pesos e intercambiarlos por divisas fuertes como dólares o euros con el banco central mexicano, el cual es considerado el agente fiscal con el que el FMI puede hacer operaciones, explicó Gabriel Casillas, presidente del Comité de Estudios Económicos del IMEF.
Para hacer esa compra de divisas el gobierno tendría que tomar recursos, “el impacto en la deuda neta es nulo, es mover deuda de un lado a otro. Hay muy poco margen para la generación de liquidez, además contable y legalmente no es factible la utilización de estos recursos para el pago de deuda gubernamental”, dijo Lascurain.
“Al final del día estos recursos que traslada el FMI a los países, se tienen que pagar o se tienen que registrar como una especie de deuda porque al final del día no son recursos que esté generando el país por su propia cuenta”, comentó por su parte Tamón Takahashi, director general del centro de investigación AGV Analytics.
Explicó que estos instrumentos fueron diseñados para otro tipo de operaciones, como ayudar a tener liquidez, cuando por variaciones en el tipo de cambio se vea afectada la balanza comercial, detalló Takahashi.
FMI advierte
El FMI detalló en un documento guía que personal debe aconsejar a las autoridades que utilicen los recursos de manera sostenible y transparente para no retrasar la necesidad macroeconómica de ajustes, reformas y reestructuración de la deuda,
Para gastar sus DEG, los países primero tendrían que cambiarlos por divisas fuertes subyacentes, lo que les exigirá que encuentren un país socio de intercambio dispuesto.
Pros y contras
Tampoco es completamente negativo, supongamos que esto sucede, habría que ver cuanto cuesta la deuda inicial, y cuánto estaría costando la nueva.
“En el tema de reserva internacional, normalmente el costo regularmente es menor que el costo de un crédito o un financiamiento para cualquier cosa que se pueda contratar, entonces ahí podría haber una ventaja en medida de que esa deuda costaría menos que lo que costaba antes”, explicó el directivo de AGV Analytics.
Marco Oviedo, ex economista jefe para América Latina de Barclays y ex-funcionario de Hacienda, consideró que si los EDG se utilizan para pagar deuda que vence, la transferencia que haría Banxico y Hacienda tomaría sentido, ya que el dinero es fungible.
No obstante, el uso de los DEG marcaría un antecedente en los mercados, incluyendo, a las agencias calificadoras de crédito.
“Pueden existir dos versiones, la positiva que es la de pagar deuda con otra deuda que es más barata, la versión negativa es que los mercados se preocupen por la solvencia del gobierno federal, al tener que hacer uso de recursos para algo que no fueron diseñados”, detalló Takahashi.