¿Quiénes podrán entrar en el nuevo régimen de confianza?
Según estimaciones de Hacienda, con base en el censo de contribuyentes al cierre de 2020, hay cerca de 12.5 millones de personas físicas con actividad empresarial y, de ellos, 10.2 millones perciben ingresos menores a 3.5 millones de pesos anuales, por lo que serían elegibles para el Régimen Simplificado de Confianza.
¿En qué consiste el régimen de confianza del SAT?
En este esquema, los contribuyentes solo deberán inscribirse en el RFC, generar su firma electrónica y activar su buzón tributario, expedir y solicitar facturas a través del portal del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y generar ahí mismo líneas de captura y realizar los pagos que correspondan. Asimismo, en el portal del fisco hallarán su información fiscal precargada.
Cabe destacar que este nuevo Régimen sería una nueva versión del actual Régimen de Incorporación Fiscal (RIF), por lo que se propone que los contribuyentes que tributen en el RIF se pasen al nuevo régimen de confianza, ya que otorga mayores beneficios, de acuerdo a Hacienda.
Ventajas del nuevo régimen del SAT
Una de las ventajas del régimen, según Hacienda, es que se prevén tasas impositivas mínimas que se aplicarán de manera progresiva, según los ingresos del contribuyente “pudiendo ser incluso del 1% cuando los ingresos anuales no son mayores de 300,000 pesos, aplicando una tasa de máxima de 2.5% para quienes obtengan ingresos de 2.5 y hasta 3.5 millones de pesos”.
El documento explicó que, en el caso de una persona con ingresos de 300,000 pesos, su tributación anual sería de 3,000 pesos.
Adicionalmente, los contribuyentes en este nuevo esquema tendrán ‘beneficios’ como que sus facturas participarán en los sorteos del SAT, como el del Buen Fin, así como en remates del fisco. Además, no presentarán declaraciones informativas, no tendrán que llevar contabilidad electrónica y podrán optar por una sola declaración anual o mensuales con el ajuste anual correspondiente.
Para personas morales
En el caso de personas morales, el Régimen Simplificado de Confianza prevé facilitar el cumplimiento del pago de tributaciones permitiendo que la acumulación de los ingresos y deducción de las erogaciones ocurra hasta que éstos efectivamente se perciban y se paguen (flujo de efectivo).
También se propone un esquema de deducción de inversiones a menor plazo que podrán aplicar quienes cumplan con sus obligaciones bajo este nuevo régimen, precisando que la deducción de inversiones se determinará mediante la aplicación del porcentaje que corresponda, dependiendo el tipo de bien y sobre el monto original de la inversión.
El Ejecutivo aseveró que se simplificará el cumplimiento de estos contribuyentes con la precarga de la información contenida en los CFDI, así como en sus declaraciones provisionales y anuales, a efecto de realizar los cálculos necesarios para la determinación de sus impuestos, además de permitir el pago en medios electrónicos.
De acuerdo con el padrón de contribuyentes registrado en el SAT, en México existen 2.1 millones de establecimientos micro y pequeños que constituyen un segmento estratégico que hoy en día cumple con sus obligaciones bajo un mecanismo en el que acumulan sus ingresos conforme los devengan y en lugar de deducir sus erogaciones utilizan un coeficiente de utilidad para el cálculo del pago provisional.
“Estas empresas están sujetas a las mismas obligaciones que debe cumplir cualquier otra de mayor escala, lo que puede llegar a implicar costos administrativos significativos”, detalló el documento.