"Desde que empezaron los problemas de la empresa, entregamos menos de 10,000 unidades en septiembre, octubre y noviembre", dijo el presidente Hui Ka Yan en una reunión la noche del domingo, según la cuenta de Evergrande en la red china WeChat.
"Solo quedan cinco días en este mes, debemos acelerar para asegurar la entrega de 39,000 unidades este mes", agregó.
Las casas nuevas están repartidas en 115 proyectos, indicó.
En meses recientes, la empresa ha dicho que terminará los proyectos inconclusos y los entregará a los compradores, en un desesperado intento de salvaguardar sus deudas, pese a que dejó en impago más de 1,200 millones de dólares este mes.
Intentos previos de pagar a proveedores y contratistas provocaron protestas de compradores e inversionistas en la sede del grupo en Shenzhen en septiembre.
Desde entonces, la firma ha intentado vender bienes y reducir sus acciones en otras firmas, y Hui ha pagado parte de las deudas con su cuantiosa fortuna personal.
El gobierno provincial de Guangdong, donde tiene sede la firma, supervisa el proceso de restructuración de la deuda de Evergrande, aunque Pekín no ha revertido las restricciones que provocaron la crisis inmobiliaria.
El banco central chino, que atribuyó los problemas de la firma a "mal manejo y expansión ciega", prometió el sábado proteger los derechos de los compradores de vivienda y promover el desarrollo sano del mercado inmobiliario.