"Fue una conversación amable, respetuosa. Le aclaramos que estamos a favor de las energías limpias y en contra de los negocios sucios y vamos a convencer y persuadir que a todos nos conviene que no se destruya a la CFE", expresó López Obrador en su conferencia matutina.
Los críticos de esa reforma además de advertir que podría contravenir el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá o TMEC, denuncian que apuesta por la generación de energías sucias.
"No se afecta en nada el tratado, el TMEC no tiene nada que ver con la corrupción y eso fue lo que le dijimos a Kerry. Nosotros vamos a cumplir y queremos tener siempre una buena relación con Estados Unidos; no nos vamos a pelear con el gobierno de Estados Unidos pero no aceptamos la corrupción", sostuvo.
Morena, el partido de López Obrador, y sus aliados tienen la mayoría en el Congreso bicameral, pero al ser una reforma constitucional requiere de dos tercios de los votos para su aprobación, por lo cual tendrían que negociar con sectores opositores.
La iniciativa del presidente reserva al menos 54% de la producción de electricidad a la estatal CFE, contra el 38% actual y el 62% que está en manos del sector privado.
"Existe polémica porque consideramos que se dio preferencia a las empresas particulares, sobre todo extranjeras, y es injusto que reciban subsidios con dinero público para que ellos obtengan energía barata mientras que los consumidores tienen que pagar más", explicó.
En un breve mensaje a medios en la cancillería mexicana, Kerry se dijo respetuoso de la soberanía de México y abogó por un mercado de electricidad abierto y competitivo.
Tras la visita de Kerry, ambos países acordaron instalar un "Grupo de Alto Nivel de Energías Renovables y Cambio Climático", informó la cancillería mexicana.