Aunque la banca en México enfrentó la pandemia de forma resiliente y el gobierno brindó apoyos para que los clientes pudieran sortear la crisis, S&P aún ve riesgos para los bancos que operan en México.
"La pandemia está lejos de terminar, por lo que persisten los riesgos para los bancos. El bajo crecimiento económico, la alta inflación y la débil dinámica del mercado laboral representarán un desafío para que los bancos mexicanos puedan mantener una calidad de activos saludable y buena rentabilidad", detalla el reporte.
Sobre temas de empleo, la Asociación de Bancos de México (ABM), liderada por Daniel Becker, dijo recientemente que la reforma con la que se prohibió el outsourcing en el país es una buena noticia para el otorgamiento de créditos.
"En la medida en que tengamos más gente participando directamente dentro del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y estén cumpliendo con sus obligaciones obrero-patronales, es gente que puede acceder al sector bancario, al sector bancario formal", comentó Becker la semana pasada en conferencia de prensa.
El banquero, que también está al frente de Banco Mifel, dijo que ya con 21 millones de personas en la población económicamente activa y con personas que ya coticen con el 100% de lo que ganan ante el IMSS, abre la puerta a que haya más otorgamiento de crédito.
También reconoció que si bien el país ya presenta una recuperación de la economía, esta no ha sido heterogénea y hay algunos sectores que están en un proceso de recuperación para recuperar la demanda de crédito que se tenía en 2019.
Otro de los retos que anticipa S&P para la banca será la posible aprobación de la reforma eléctrica.
"La reversión de algunas políticas del gobierno, particularmente en el sector energético, o un debilitamiento de instituciones clave, podrían disminuir la confianza de los inversionistas y complicar las condiciones operativas y de negocio de los bancos", añadió el reporte.
Sobre la inflación, S&P estima que Banco de México (Banxico) será restrictivo para controlar el incremento de precios subiendo la tasa, lo que también afectará a los bancos, sobre todo quienes dependen de fondeo mayorista.