Aprendizaje
Aunque América Latina ha registrado avances en materia de prevención del fraude y su detección temprana, aún hay camino por recorrer, pues los ciberataques se dan a nivel global, por lo que siempre hay “algo que aprender”.
En ese sentido, todos los participantes del comercio electrónico -emisores, adquirientes, bancos y neobancos- deben asegurarse contar con las herramientas digitales y que sean aplicadas para salvaguardar los datos de los usuarios.
Un aspecto en el que se tiene que trabajar tiene que ver con las formas de pago, sobre todo en Latinoamérica, dijo Azcuy.
¿Y México?
México, al ser vecino de Estados Unidos, ser parte del T-MEC, tiene una gran oportunidad para explotar el comercio transfronterizo.
“Para México, Estados Unidos es el principal mercado. La oportunidad es gigante, tanto de negocios en México queriendo vender en México, como de Estados Unidos queriendo venir a México”, subrayó Azcuy.
Hay que tener en cuenta que sería una tarea titánica que un comercio entienda mercado por mercado, por lo que es importante asociarse con plataformas que le faciliten esta labor de entendimiento.
Riesgos
A pesar del optimismo, no es tiempo de echar campanas al vuelo, pues existen algunos riesgos que, de materializarse, pueden provocar que no se cumpla la ambiciosa meta de ventas a través del comercio transfronterizo.
En ese sentido, Ximena Azcuy señaló dos riesgos principales que pueden afectar al comercio transfronterizo.
“El principal riesgo es no tener la confianza de sus usuarios a nivel mundial, es decir, si hay ataques masivos en corredores que son clave -México, Brasil, Colombia-, va a devastar la confianza del usuario y de los comercios a nivel mundial”.
Otro punto que podría impactar de forma negativa al comercio transfronterizo tiene que ver con que haya problemas en la cadena de abastecimiento, tal como ocurrió en 2020, a causa del coronavirus y este año por el conflicto en Europa del este.