Hasta hace unos años, el comercio electrónico “estaba atado a tu propio país”, por temas como la dificultad para pagar o para enviar un producto fuera de un país, agregó la vocera.
Debido a la aparición del coronavirus, el comercio electrónico y la digitalización tuvieron que acelerar su desarrollo y avance a marchas forzadas para tratar de satisfacer las necesidades de un consumidor que no podía salir de casa.
Para este año, el comercio transfronterizo luce prometedor, pues el 93% de los encuestados por Rapyd lo considera como una “alta prioridad” y un 96% está viendo ganancias año tras año.
“Estamos viendo que todas las compañías tienen una oportunidad gigante de incrementar sus ventas, dentro y fuera del país”, dijo Azcuy.
Optimismo
Los participantes de la encuesta mostraron optimismo en la evolución que ha tenido el comercio transfronterizo, particularmente durante la pandemia. “No vamos a negar que la pandemia impulsó el crecimiento de este canal, ya que los negocios se vieron obligados a abrir canales de ventas digitales”, reconoció la vocera.
Además, los consumidores que dieron el primer paso en el comercio transfronterizo “se van a quedar por siempre o cuando quieran porque saben que lo pueden hacer con facilidad”, agregó.
Un punto fundamental para llegar a la meta de 153,000 mdd en ventas tiene que ver con que las compañías comiencen a trabajar con empresas dedicadas a mitigar el riesgo, particularmente la seguridad en el manejo de la información.
Además de habilitar métodos de pago locales en cada mercado.
“Hay que saber que en la localización está el éxito, en ofrecer en cada país la forma de pago que prefieren sus usuarios y, yendo más allá, en la regionalización, es decir, qué prefieren en una región de algún país”, subrayó Ximena Azcuy.
Las empresas que busquen nuevos clientes tienen que reducir costos e implementar tecnología para blindar la conectividad, reducir la complejidad operativa y mejorar la experiencia de usuario, ahondó la encuesta.