"La aceleración de la inflación por encima de lo esperado ha propiciado que los ajustes en la postura monetaria instrumentados en meses recientes hayan tenido un efecto limitado sobre la tasa de interés real, que se mantiene por debajo del nivel requerido para lograr la convergencia a la meta de 3%", señaló Espinosa en la última reunión de política monetaria.
En la reunión, ocurrida el pasado 12 de mayo, los miembros de la Junta votaron por subir la tasa en 50 puntos base y elevaron las expectativas de inflación. Ahora, se estima que converja a la meta -de 3% +/- un punto porcentual- hasta el primer trimestre de 2024.
"Aumentar el ritmo de ajuste de la postura monetaria a 75 puntos base es necesario para lograr la convergencia a la meta dentro del horizonte de planeación y reforzar la credibilidad en el compromiso de este Instituto Central con su mandato prioritario de mantener la estabilidad de precios", señaló la subgobernadora.
Espinosa destacó que el recrudecimiento de las presiones inflacionarias han provocado que el banco central acumule 11 ocasiones consecutivas en las que han ajustado al alza las expectativas de inflación.
"Las expectativas de inflación de largo plazo se ajustaron marginalmente por encima de 3.5% por primera vez desde que se registra su medición", apuntó.
Lo anterior representa una advertencia del riesgo de desanclaje de las expectativas de inflación.
En las minutas también se dio a conocer que un miembro de la Junta, del que no se da el nombre, señaló que uno de los riesgos que enfrentan los bancos centrales con una elevada inflación es que se desanclen las expectativas inflacionarias.
El mismo miembro considera que la decisión de los bancos centrales en economías emergentes de acelerar el apretamiento refleja su prioridad para controlar la inflación.