“Se habla de una recesión, pero nosotros creemos que va a haber una muy clara desaceleración, particularmente en sectores sensibles a las tasas de interés, como la vivienda y el consumo, djio Alejandro Saldaña, economista en jefe de Ve por Más (BX+).
Para Jessica Roldán, economista en jefe de Finamex, los tiempos que vive el mundo carecen de precedentes: “En estos años estamos viviendo épocas sin precedentes en el sentido de que luego de contracciones históricamente altas tuvimos una recuperación muy rápida. Entonces, probablemente estamos observando una recuperación de los niveles de crecimiento que vimos en 2021”.
¿Señales de recesión?
Hay dos definiciones para una recesión. La primera es cuando se acumulan dos trimestres consecutivos con caídas en la actividad económica. La segunda es cuando el ciclo de la economía está por debajo de su potencial, es decir de la tendencia de largo plazo, explicó Héctor Magaña, profesor de Contabilidad y Finanzas de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Estado de México.
“Es muy difícil pronosticar una recesión”, dijo Roldán. Sin embargo, agregó, hay ciertos indicadores que han tenido una “correlación” con la actividad económica, hablando particularmente de la curva de rendimientos. “A una recesión en Estados Unidos le antecede un periodo en el que la curva de rendimientos se invierte, es negativa” y las tasas de corto plazo son más altas que las de largo plazo, dijo.
El hecho de que las tasas de largo plazo estén bajas, implica que en el futuro se verá una disminución en la tasa de interés, en respuesta a una desaceleración de la actividad económica, añadió la economista de Finamex.
Hay otro indicador, el índice VIX -que mide la volatilidad del S&P 500 para los próximos 30 días-, que ha aumentado en un entorno tan volátil, explicó Ernesto Revilla, economista en jefe para América Latina de Citigroup.
“Al índice VIX también se le conoce como el índice del miedo”, agregó. Otro indicador importante es la inflación, que en mayo registró 8.6% a tasa anual en Estados Unidos, un nivel no visto desde hace cuatro décadas.
No todos los indicadores muestran que Estados Unidos vaya a entrar en recesión, sostuvo Magaña.
Las cifras de empleo, indicador importante, muestran cifras contradictorias, pues aunque se espera que se mantenga el crecimiento en el empleo, lo cual puede llevar a la tasa de desempleo por debajo de 4%.
Política monetaria
Para hacer frente a la elevada inflación, la Fed anunció un aumento de 75 puntos base a la tasa de interés para dejarla en un rango de entre 1.5% y 1.75% . Este aumento, coincidieron los analistas consultados, tendrá un impacto por el lado de la demanda, disminuyendo el consumo y al financiamiento.
Gracias a los estímulos económicos que se entregaron a las familias estadounidenses para hacer frente al cierre de actividades, existen recursos para adquirir productos y servicios, pero no hay suficiente oferta debido a la pandemia, los cierre en China, la escasez de algunos insumos, y la guerra entre Rusia y Ucrania.
“La economía de EU está sobrecalentada, con demasiada inflación, y la política monetaria tiene que subir las tasas de interés para provocar una desaceleración”, impactando en la demanda, apuntó Revilla, de Citigroup.
El tiempo en que los movimientos en la tasa de interés se ven reflejados en la economía es de entre seis y 12 meses, por lo que, de darse una recesión en Estados Unidos, esta llegaría hasta el próximo año. La pregunta ahora es si habrá un “aterrizaje suave” (softlanding).
“No es que no se pueda, pero la historia nos demuestra que es muy difícil aterrizar de manera suave el gran avión que es la economía norteamericana”, subrayó.
En más de la política monetaria de la Fed, señaló Roldán de Finamex, las bajas tasas de largo plazo se deben al capital que el banco central estadounidense inyectó durante la pandemia -casi 9 trillones de dólares- subiendo la hoja de balance de 18% a 35% del PIB de Estados Unidos.
“Cuando el banco central inyectó toda esa liquidez, artificialmente comprimió diversas primas por riesgo, y eso hace que las tasas de mediano y largo plazos estén particularmente bajas”, apuntó Jessica Roldán.