"El aumento de las tasas parece ser un reto fiscal para una minoría de soberanos de mercados desarrollados y al menos seis de 19 soberanos de mercados emergentes", dijo el informe de S&P, que asumió que los costos de endeudamiento aumentarían alrededor de 300 puntos básicos en los próximos tres años.
Dado que muchos países ya están aumentando las tasas de interés al ritmo más rápido en décadas, los costos de endeudamiento de los países más ricos, que se muestran en el rendimiento de sus bonos de referencia, ya subieron más de 200 puntos básicos, o 2 puntos porcentuales, durante el año pasado.
Un aumento en tres años de 300 puntos básicos desde la fecha actual se traduciría, en promedio, en un alza de 1 punto porcentual (ppt) del PIB en el gasto de intereses para el 2025 en comparación con el gasto de intereses medio del PIB de este año del 2.2%.
"Ese es un punto de presión significativo sobre el gasto público en la mayoría de los casos", dijo S&P, aunque "aún manejable" en muchos casos gracias a la caída de los costos observada durante la última década.
Las posibles excepciones incluyen a Italia, donde la deuda ya supera el 140% del PIB, aunque S&P espera que el Banco Central Europeo evite que los costos de endeudamiento de Roma aumenten en hasta 300 puntos básicos.
Si no lo hace, esto podría aumentar los costos de interés de Italia como porcentaje del PIB al 5.5%, un nivel visto por última vez en 2012 antes de que el entonces jefe del BCE, Mario Draghi, hiciera su famosa promesa de preservar la rentabilidad de la eurozona "cueste lo que cueste".
Para España la tasa subiría a 3 ppts del PIB, su nivel más alto desde 2015. Para Estados Unidos sería de 4.6 ppts, para Gran Bretaña habría un incremento de de 3,5 ppts, mientras que en Japón, que tiene la relación deuda/PIB más alta del mundo con 223%, subiría a 5.4 ppts.
Y existen otras complicaciones. Se espera que el rápido aumento en las tasas de interés en el mundo haga que muchas economías frenen su crecimiento casi por completo en los próximos años.
"Esto implica que para estabilizar la deuda respecto al PIB, los gobiernos tendrían que ajustar las posiciones fiscales subyacentes más de lo que parecen estar dispuestos o ser capaces de hacer en este momento", dijeron analistas de S&P, apuntando a las coaliciones de gobiernos que ahora subsidian la energía y, en algunos casos, los costos de los alimentos.