“A eso hay que añadirle que el gasto gubernamental se ha mantenido bastante estable, con una política de austeridad y prioridad a la estabilidad fiscal; tampoco va a ser un motor para el crecimiento en los próximos trimestres”, agregó.
BX+ ve un cierre de año complicado para México. De tal modo que recortó su expectativa de crecimiento económico de 2% a 1.8%. Lo mismo ocurrió con las estimaciones para el PIB en 2023, que pasaron de 1.8% a 1.7%.
Lo anterior, debido a la desaceleración que se espera en el consumo en Estados Unidos a raíz de la política monetaria restrictiva de la Reserva Federal (Fed), que busca llevar a la inflación a la meta de 2% promedio.
Así como a los confinamientos que se siguen llevando a cabo en China para frenar los brotes de coronavirus, así como la guerra en Ucrania; factores que tienen un impacto en la proveeduría de insumos a nivel mundial.
Entre abril y junio la economía mexicana registró un crecimiento de 1% a tasa trimestral. Esto a pesar de la contracción que registró Estados Unidos, su principal socio comercial.
La expectativa de crecimiento económico para México de BX+ está por debajo del 2.4% que espera el Fondo Monetario Internacional (FMI), luego de hacer un ajuste al alza para el PIB nacional el 22 de julio.
El FMI considera que la economía mexicana crecerá 1.2% en 2023.
Bank of América (BofA) espera un crecimiento del PIB mexicano de 1.9% para este año, sin embargo, no es tan optimista para 2023, donde no espera crecimiento de la economía mexicana.
BofA redujo a 0.0% su expectativa de crecimiento económico para México del próximo año, desde el 1% previo.
El PIB de México se verá afectado por factores externos, particularmente las subidas de las tasas de interés en EU, mientras que a nivel doméstico los mayores costos de financiamiento y de la energía, así como una política fiscal aún algo restrictiva, sumarán presión a la economía, que ya enfrenta incertidumbre ante las dificultades del T-MEC, detalló Bank of America.
Con información de Reuters