Se ha considerado una combinación de eliminar algunos aranceles, lanzar un nuevo análisis de la "Sección 301" sobre áreas potenciales para nuevos aranceles y ampliar una lista de exclusiones arancelarias para ayudar a las empresas estadounidenses que solo pueden obtener ciertos suministros de China.
Los aranceles hacen que las importaciones chinas sean más caras para las empresas estadounidenses, y los productos cuestan más a los consumidores.
Los aranceles que existen en la actualidad fueron impuestos en 2018 y 2019 por Trump a importaciones chinas valoradas entonces en 370,000 millones de dólares (mdd) para presionar al gigante asiático por su presunto robo de propiedad intelectual estadounidense.
Reducir la inflación es uno de los principales objetivos de Biden de cara a las elecciones de medio término de noviembre, que podrían cambiar el control de una o ambas cámaras del Congreso de manos demócratas a republicanas.
Sin embargo, la respuesta de China a la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, la semana pasada a Taiwán, provocó un nuevo cálculo por parte del gobierno, que busca no hacer nada que pueda ser visto por el gigante asiático como una escalada.
Militares chinos participaron durante días en lanzamientos de misiles balísticos y ataques simulados contra la isla de Taiwán, que China reclama como propia.
"Creo que Taiwán lo ha cambiado todo", dijo una fuente conocedora de los últimos acontecimientos del proceso.
Un funcionario de alto rango del gobierno aclaró que Biden no había tomado una decisión.
"El presidente no había tomado una decisión antes de los acontecimientos en el Estrecho de Taiwán y todavía no ha tomado una decisión, y punto. Todas las opciones siguen sobre la mesa", dijo la fuente.