1.- Inflación persistente, la cual obligará a los bancos centrales a subir las tasas de interés por préstamos bancarios. Y ello genera un menor acceso para el crédito a las empresas, limita el consumo y el crecimiento de la economía. Otro factor que influirá en la inflación el próximo año es el incremento al salario mínimo.
Una mayor demanda de bienes tras la pandemia de covid19, más el incremento en los precios de granos y combustibles por el conflicto entre Rusia y Ucrania trajo una ola de incrementos históricos en los precios este año, y parece que continuará el próximo.
“El reto hoy es que no eche raíces la inflación, decimos los economistas, que se mantengan ancladas las expectativas. Enero y febrero son meses importantes porque vamos a ver si efectivamente la inflación viene ya descendiendo y puede estar dentro de lo esperado, o nos llevamos una sorpresa y comenzamos a ver que la cuesta de enero viene más empinada que lo que esperábamos”, explicó Correa.
El IMEF prevé que la inflación alcance niveles 5.1% en 2023, aún lejos de la meta de Banxico que es más o menos un punto porcentual a 3%.
“Preocupa el tema del incremento al salario mínimo, si va a tener un impacto o no en los precios, hay mucha discusión en el tema, porque si a una de las miles de pequeñas empresas que hay en el país y que no tienen grandes márgenes para enfrentar incrementos, le subes 20% uno de sus principales insumos, muchos van a tratar de trasladarlo a los precios al consumidor”, explicó el economista.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Salario Mínio (Conasami), el incremento para el siguiente año será de 20%, desde los primeros días de enero.
2.- Deuda o recortes al gasto público. Tener una expectativa en materia económica menor a la esperada por el sector privado genera ajustes al gasto público, pues llegan menos ingresos a lo programado, y pedir deuda o recortar programas es una de las situaciones que se pueden derivar de esta falta de recursos, advirtió el presidente del IMEF en su última conferencia del año.
“Parece difícil lograr 3%. Está muy alejado a cualquier análisis serio. Esto nos perjudica porque los ingresos tributarios proyectados no se pueden obtener si crecemos menos de 3%, entonces no podrían respetarse todos los compromisos de gasto que estableció el gobierno para el siguiente año, a menos que haya endeudamiento, lo cual no sería muy recomendable, o recortar gastos del sector público”, dijo Hernández.
3.- También preocupa la promoción por parte de Estados Unidos, del panel de controversia en el marco del Tratado entre México Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para resolver el reclamo sobre la política energética del país.
Adicional, a que el tema energético se vaya a paneles internacionales y que esto afecte las decisiones para le inversión extranjera y el comercio entre los países del acuerdo, preocupa el hecho de que México vaya en el camino del uso de combustibles fósiles, cuando a nivel global, y especialmente Estados Unidos se está optando y pidiendo a las empresas que integren más energías limpias para sus métodos de producción, agregó Correa.