De esta forma, se espera que la economía estadounidense inicie el 2023 con crecimiento de 1.5% en el primer trimestre y una contracción de 2% en el tercero y una caída de 1% en el último trimestre.
Estados Unidos, al ser el principal socio comercial de México, contagiará la recesión en el mismo periodo, aunque en una magnitud menor.
Una desaceleración económica en el país afectará al consumo y la inversión, de acuerdo con Citibanamex. El consumo se verá debilitado principalmente por las remesas que irán desacelerándose a causa de la crisis en Estados Unidos.
En factores internos, el consumo también se verá afectado por la menor creación de empleo formal que se genere en el país. Con los incrementos a la tasa de interés por parte del Banco de México y los incrementos del 20% al salario mínimo, las empresas podrían reducir el número de plazas nuevas.
Por el lado de la inversión, los riesgos son a la baja ante la incertidumbre que ha creado el gobierno con la cancelación de proyectos de infraestructura. La inversión fija sigue estando 2% por debajo de su nivel previo a la pandemia.
"Se debe de procurar recuperar la confianza y proveer de certeza jurídica para observar mayor inversión. Del mismo modo, seguimos pensando que México debería aprovecharse todo el potencial que podría recibir ante la relocalización (el nearshoring) de las cadenas de producción", destaca el reporte.