El principal motivo fueron los subsidios que se otorgaron a las gasolinas, ya que al reducir el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) a los combustibles se perdieron 397,298 millones de pesos, los cuales fueron ligeramente compensados, en materia tributaria, por un excedente en la recaudación del Impuesto Sobre la Renta (ISR) de 196,205 millones.
“El precio de la gasolina en México, tiene un impacto importante por costos de transporte, ya que 60% de esta se distribuye por carreteras, entonces se traslada en inflación. Controlar el incremento de los precios en 2022 era importante porque pudo haber aumentado hasta los 36 pesos por litro, lo que hubiera provocado una inflación de 12% y hasta 14% de tomar efectos indirectos, además de una tasa de interés más alta a 10.5% reportado al cierre de 2022”, comentó en conferencia el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio.
Además de los ingresos excedentes por el ISR, el IVA tuvo un extra por 8,024 millones de pesos. El mayor precio del crudo a nivel mundial ayudó a recaudar más ingresos por la renta petrolera, ya que se reportaron 394,508 millones adicionales, una cifra menor al faltante por el subsidio a las gasolinas, pero en el total, considerando otros conceptos, el excedente, frente a lo programado, es por 422,462 mdp.
“Fue una decisión que tuvo costos, pero estos se pudieron enfrentar por mayores ingresos petroleros, tenemos casi una cobertura, no es uno a uno, pero tenemos flujo adicional por precios del petróleo, también se pudo compensar con otros conceptos como el IVA e ISR por arriba de lo programado”, explicó Yorio.
Con los resultados no se tuvo que tomar más deuda a la programada y aprobada por el Congreso, esta llegó a 49.4% del PIB; 1.6 puntos porcentuales menos.
“Este resultado fue posible por el buen desempeño de los ingresos presupuestarios, que aún después del subsidio al IEPS, fueron mayores a lo presupuestado en 1.5% del PIB”, refirió el informe de Hacienda.