“La banca comercial se trata de un negocio, es decir de ser un intermediario financiero. Y el gobierno debe tener otro tipo de incentivos como dar apoyos a la población y otorgar créditos a algunos sectores que implican un mayor riesgo”, comentó Janneth Quiroz, subdirectora de análisis económico de Monex.
Serfin, Bancomer, Banco del Atlántico y el propio Banamex son ejemplos de que la banca comercial en manos de un gobierno no es un buen negocio.
“No es buena idea que el gobierno compre un banco comercial. Esto puede dar la idea de una expropiación bancaria y generar corridas, es decir que la gente saque el dinero de los bancos y que pueda poner en problemas a la banca. Terminaría perdiendo el gobierno, Citi y la misma economía”, dijo por su parte Gabriela Siller, directora de análisis económico-financiero de Banco Base.
“Lo hemos visto con el Banco del Bienestar. No hay innovación, no hay inversión, los productos bancarios se limitan, es pésimo el servicio; el tema de fraudes se incrementa. No me parece que sea una alternativa positiva para la institución financiera”, agregó Ramón Martínez, catedrático de la Escuela Bancaria y Comercial.
El especialista en Finanzas recordó que el Banco del Bienestar tuvo problemas para cumplir con la regulación bancaria y, por ejemplo, se retiro del negocio del envió y recepción de remesas.
Gobierno y la banca comercial
López Obrador ha dicho que el gobierno podría poner hasta 3,000 millones de dólares para comprar acciones de Banamex, para el resto quedaría a disposición de accionistas mexicanos de todos los niveles.
Dicha operación podría funcionar, siempre y cuando el gobierno solo sea parte del consejo de administración. Si bien en países como China o Brasil hay casos en los que el gobierno está involucrado con algunos bancos comerciales, a través e inversiones sin tener el control de la institución.
"En algún momento (el banco) fue adquirido por el sector privado y el gobierno tiene algunas acciones y forma parte del consejo de administración”, explicó Martínez, de la EBC.
“Que el banco sea propiedad del gobierno solamente en países socialistas, donde la banca es manejada por el gobierno; podríamos hablar de Cuba, Venezuela. Cuando los gobiernos tienen una empresa, esa empresa es de todos y nadie tiene suficiente autoridad y poder", dijo.
"Las empresas paraestatales son más ineficientes que el sector privado. Se entorpecería ese canal de otorgamiento de crédito y provocaría distorsiones y problemas en cualquier economía”, apuntó Siller.
El papel principal del Banco de México (Banxico) es el de fijar la política monetaria del país y no ser un banco comercial, por lo que no compiten entre ellos, explicaron los analistas consultados.
La banca de desarrollo busca, como su nombre lo indica el desarrollo de la economía, más allá de tener un beneficio como banco, a través del financiamiento en productos específicos dirigidos a los sectores primarios de desarrollo del país. Una institución de banca múltiple ofrece servicios de aseguradoras, banca comercial y arrendamiento, entre otros, lo que hace más complicada su gestión, apuntó Ramón Martínez.
Banxico tiene la responsabilidad de mantener la competitividad y las estructuras para que el sector económico del país se mantenga sólido; es un “facilitador” para que se tengan los elementos necesarios para que la economía se mantenga competitiva en tipo de cambio, tasa de interés e inflación.
El mandato de Banco de México es mantener la inflación controlada, para la cual se fijo una meta de 3% +/-1 punto porcentual, es decir, mantener al índice nacional de precios al consumidor (INPC) entre 2% y 4%.