El objetivo principal de esta medida es incentivar la inversión y dar un giro a la economía del sur del país.
De acuerdo con información de la Secretaría de Marina son 10 los Polos de Desarrollo para el Bienestar: Coatzacoalcos I; Coatzacoalcos II; Texistepec; San Juan Evangelista; Salina Cruz; Matías Romero; Ixtaltepec (Chivela); San Blas Atempa; Ciudad Ixtepec, y Santa María Mixtequilla.
Los últimos cuatro tienen un alto potencial para uso de energía eólica.
Especialistas en economía y finanzas públicas consultados por Expansión consideraron que estos incentivos no atraerán la inversión por sí solos, por lo que deben complementarse con otros incentivos como infraestructura para el movimiento de bienes y personas, seguridad en carreteras, puertos, y aeropuertos, además de parques industriales, facilidad para hacer trámites.
“Es una medida recién anunciada y por tanto difícil de evaluar en estos momentos. Este tipo de medidas tienden a ser más efectivas si están flanqueadas por esfuerzos en otras áreas más allá de la tributaria”, comentó en entrevista Alberto Gonzalez Pandiella, economista senior de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
“Es muy positivo que estos incentivos fiscales estén acompañados por esfuerzos para mejorar la infraestructura y conectividad logística de la región. Iniciativas para reducir la carga regulatoria y de trámites para reforzar programas educativos podrían ser también interesantes para que los estímulos tributarios tengan un mayor impacto en atraer inversión hacia el sur del país”, añadió el especlalista.
Valeria Moy, economista y directora del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), coincidió en que deben reforzarse otras áreas para atraer la inversión porque aunque haya incentivos fiscales no hay carreteras, seguridad o personal capacitado. Los inversionistas pueden interesarse por otras regiones o estados donde uno o varios incentivos compensen lo tributario.
Caso concreto son los estados del norte, que por la cercanía a Estados Unidos se han desarrollado como un polo para la Inversión Extranjera Directa (IED) gracias a las inversiones que se han realizado para el transporte y la logística, además de especializarse en formar personal que atiende las necesidades de las empresas.
Destacó que por varios sexenios ha perdurado la intención de impulsar plataformas logísticas y de producción en el sur del país, pero que estas no se han concretado al 100%, por cuestiones como la propia geografía de la región; pendientes, montañas, sierras, elevación, tipo de suelo.
Contra la naturaleza y los ingresos tributarios
Además del tributario, el proyecto de estos Polos del Bienestar, tiene otras implicaciones a considerar, como el impacto al medio ambiente, pues existen pobladores que están activos para que estos proyectos no avancen, explicó Iván Benumea, coordinador del Programa de Justicia Fiscal de Fundar México.
“Esta vieja práctica de bajar impuestos para atraer inversión es algo que al Estado mexicano no le conviene porque pierde recursos que podrían destinarse a otras áreas que beneficien como salud, educación e infraestructura, los cuales han sufrido muchos altibajos”, comentó.
“Es una de las principales consecuencias de estos estímulos, no hay datos de lo que se estima perder por lo del Istmo, pero lo que ha reportado Hacienda por los estímulos fiscales en la zona fronteriza sur en 2023 costará 3,500 millones de pesos, y por los que se otorgan en la frontera norte 102,000 millones”, destacó el especialista en finanzas públicas, de acuerdo con el informe de Renuncias Recaudatorias 2022.
El próximo 30 de junio se pública este informe en el que Hacienda tendrá que dar cuenta de los ingresos que dejarán de llegar por estos estímulos fiscales, ahora en los Polos del Bienestar.
Iván Benumea destacó que la Auditoria Superior de la Federación ha reportado que pocas empresas se han beneficiado de estos incentivos fiscales, y que en la frontera norte, el que más ha obtenido ventajas es el de minería.