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Las carreteras y puertos pondrán a prueba los beneficios del nearshoring

No basta con el T-MEC, México tiene que desarrollar su infraestructura para ser más competitivo y sacarle más provecho a la inversión extranjera.
lun 24 julio 2023 06:05 AM
logística nearshoring
Un movimiento eficiente de materias primas y productos requiere de infraestructura como carreteras, vías férreas, puertos y aeropuertos, así como herramientas que monitoreen los procesos.

A menudo, el puerto de Manzanillo colapsa. En años pandémicos se dijo que era por una oleada de carga sin precedentes, pero lo cierto es que está saturado desde antes del covid-19.

El recinto portuario colimense ha registrado filas de camiones que superan los 10 kilómetros en espera de ingresar, lo que se traduce en largas horas de retrasos y en sobrecostos para el sector autotransporte.

Aunque las autoridades han dicho que colaboran con el sector privado de la operación portuaria para mejorar la situación, en la práctica poco se ha reflejado.

Por ejemplo, un contenedor de 20 pies, conocido como TEU, puede superar los 12 días en ser desalojado del puerto por diversas causas, desde los trámites de los importadores hasta ineficiencias en la aduana y de parte de los prestadores de servicios.

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Lo anterior es una muestra de que la logística en el país debe mejorar, sobre todo, en el contexto del nearshoring. José Antonio Contreras, director general de Contecon Manzanillo, que opera la segunda terminal especializada de contenedores, detalla que el puerto maneja más del 40% del volumen nacional, estimado en ocho millones de TEU.

Por ello, la terminal trabaja en incrementar su capacidad con una inversión de 230 millones de dólares.

Desde su perspectiva, se tiene que reducir la estadía de las mercancías en el puerto más importante del país para aliviar la congestión y evitar los sobrecostos para los importadores, pero eso también depende de otros factores, como la disponibilidad de camiones.

También hay otras aristas que se deben atender, como la inseguridad. En lo que respecta al transporte terrestre, un 50% de las unidades económicas dijeron sentirse inseguras al trasladar sus productos por carretera y un 47%, al movilizarlas en corredores industriales, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas (ENVE) 2022 del INEGI.

Por otro lado, el robo de carga en el Sistema Ferroviario Mexicano (SFM) alcanzó el año pasado los 1,848 eventos. Sinaloa, Sonora y Jalisco fueron los estados que más reportes presentaron.

Esto, aunado a 29 bloqueos de vías, según el Pulso del SFM a diciembre de 2022.

En espera de la inversión

El término nearshoring se ha apoderado de la agenda económica en distintos países, sobre todo, latinoamericanos, a raíz de las disrupciones que provocó el covid-19 en las cadenas mundiales de suministro, cuando las rutas comerciales se semiparalizaron y hubo que rediseñar los procesos logísticos.

También se ha dicho que la pandemia y la guerra comercial entre China y Estados Unidos abrió una oportunidad para que México se beneficie con el nearshoring, que consiste en la relocalización de plantas productivas en países más cercanos a los consumidores.

La llegada de Tesla a Santa Catarina, Nuevo León, con una inversión de casi 5,000 millones de dólares, más los 865 mdd que BMW destinará para ampliar su planta de San Luis Potosí, son muestra de los capitales que puede atraer México si se dan los pasos en la dirección correcta para satisfacer las necesidades de empresas e inversionistas, donde la logística juega un papel fundamental.

La logística planifica, gestiona y controla el transporte y el almacenamiento de mercancías dentro de una cadena de suministro. Por ello, un movimiento eficiente de materias primas y productos requiere de infraestructura, como carreteras, vías férreas, puertos y aeropuertos, así como herramientas que monitoreen los procesos, explica Ferrovial, empresa operadora de infraestructura.

Pese a las condiciones que imperan en el país, no todo es malo. De hecho, la logística en México se puede calificar como buena, prueba de ello es que el país es uno de los principales exportadores del mundo.

“Estamos exportando alrededor de 550,000 mdd. Cuando hablas de exportación con esos volúmenes, la verdad, [la logística] funciona bastante bien”, destaca Sergio Contreras, vicepresidente del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce).

No obstante, la infraestructura y los servicios deben ser aún más eficientes, pues con el nearshoring, pronostica el directivo, se incrementará entre un 16 y 18% el volumen de exportaciones en los siguientes años.

Los competidores buscan tres cosas: 1) operación eficiente, es decir, que la infraestructura sea capaz de manejar las cargas, garantizando seguridad y confiabilidad; 2) digitalización de procesos para saber en tiempo real la ubicación y el estado de los productos, y, 3) un buen manejo de la demanda y la oferta, donde las empresas buscan aliados a largo plazo –públicos y privados– tanto para el manejo de carga como para el desarrollo de carreteras, vías férreas, aeropuertos y terminales portuarias, refiere Alfonso de los Ríos, CEO y cofundador de Nowports, empresa que gestiona importaciones y exportaciones con herramientas digitales.

Jaime Tabachnik, CEO de Solvento, firma dedicada a la automatización de procesos financieros para transportistas, coincide en que “necesitamos digitalizarnos y aprovechar la tecnología en la nube para tener disponibilidad de información y bases de datos para tomar decisiones más inteligentes”.

El boom del nearshoring tendrá una duración de entre tres y cuatro décadas, beneficiando al país con la llegada de inversión extranjera, lo que abre las posibilidades de que México sea una de las 10 principales potencias exportadoras del mundo, considera, a su vez, Luis Enrique Zavala, vicepresidente de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM).

Trazar la ruta Una oportunidad que se debe aprovechar, además de exportar a Estados Unidos, es que si México amplía los puertos en el sur y se mejoran los sistemas de comunicación se potenciarán los beneficios de los tratados comerciales con países de América Latina y el Caribe, aumentando su presencia en esos mercados.

En ese sentido, el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec puede jugar a favor de México y con un movimiento adecuado de mercancías competir por algo de la carga que se mueve a través del canal de Panamá, coinciden los entrevistados. Este proyecto, subraya Sergio Contreras, ahorrará muchos días y costos logísticos en el transporte de mercancías de origen asiático no sólo a México, sino a la costa este de Estados Unidos.

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Además de este tren transístmico, recientemente se fusionaron las ferroviarias Canadian National y Kansas City Southern para formar el corredor T-MEC, que unirá México, Estados Unidos y Canadá. Esto es que la carga puede viajar desde el puerto de Lázaro Cárdenas hasta Winnipeg, Canadá, con un mismo proveedor.

De no hacer estas inversiones, en menos de una década se pueden convertir en “cuellos de botella” y jugar en contra del nearshoring, enfatiza Zavala. Asimismo, se tienen que mejorar los procesos aduanales para hacerlos más ágiles y competitivos, lo cual se va a lograr con sistemas electrónicos, digitales y con inteligencia artificial, agrega Contreras.

No todo es infraestructura

Otra de las áreas de oportunidad para crecer tiene que ver con el combate a la informalidad en la industria logística, tal como ocurre en otros sectores del país, agrega Tabachnik.

“La inseguridad en las carreteras es la amenaza y el riesgo número uno. Si no hacemos algo, se nos puede caer esta oportunidad”, advierte. De acuerdo con la ENVE 2022, la inseguridad representó una pérdida de 120,200 millones de pesos para la economía nacional en el año 2021.

A su vez, Contreras enfatiza que se tiene que “formalizar el Estado de derecho” y dar certidumbre para el cumplimiento de contratos, así como respeto a las reglas del juego para garantizar la inversión extranjera.

A decir de Tabachnik, el acceso a financiamiento también es un problema, pues limita la posibilidad de que las empresas de transporte de mercancías accedan a herramientas para mejorar sus servicios.

“Sin acceso a capital de trabajo no vamos a poder hacer frente porque las empresas no van a tener liquidez para poder crecer, adquirir nuevos equipos –vehículos, cajas–, pagar más gasolina y a nuevos operadores”, puntualiza.

Otro de los retos tiene que ver con el tema ambiental. Al ser las cadenas logísticas las que más impacto tienen en las emisiones de CO2, se tiene que neutralizar la huella de carbono. Ahora no es obligatorio, pero en el futuro el que quiera exportar a Estados Unidos y Europa tendrá que cuidar mucho la huella de carbono del producto. Para ello, el país debe reforzar su política medioambiental, acota Contreras, integrante de Contecon.

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