El directivo añadió que desde años previos la banca comercial ha visto una demanda creciente en el sector de las manufacturas y del real state. Para el caso de Banco del Bajío, el 20% de su cartera de crédito está dedicada a naves industriales y manufacturas.
Para la entidad, el efecto del nearshoring no se reduce a las manufacturas también abarca el sector agroalimentario, al que también financian en la zona del bajío.
El banco, que tiene presencia en 29 estados de la República con 317 sucursales, tiene planes de ampliar su presencia en el país para seguir aprovechando las tendencias de la relocalización, especialmente en el Estado de México, donde hay parques industriales importantes.
La llegada de nuevas empresas a México no sólo significan créditos nuevos, aseguró el banquero, las empresas van a requerir de servicios financieros como cuentas, terminales, servicios de dispersión de nómina, etcétera.
"Estamos con la presencia geográfica, aumentando la planta para poder atender todas estas oportunidades, tenemos un proceso de crédito muy eficiente y competimos muy bien en términos de servicio a empresas de cualquier tamaño", dijo más tarde Edgardo del Rincón a Expansión.
Banco del Bajío considera que a pesar del potencial que tiene el nearshoring, el efecto político durante el 2024 puede complicar el dinamismo de crecimiento que tiene la banca.
"Viene un 2024 donde hay un componente que es todo el tema político y que puede generar inquietudes; a veces pueden detenerse cierto tipo de inversiones. Sin embargo, nosotros estamos creciendo la cartera arriba del 10% anual y seguramente apuntaremos a un crecimiento similar el año que entra, aún con esta situación política", destacó.