En la comparecencia del subsecretario de Hacienda en el Senado, y que es parte del proceso para la votación y discusión de la Ley de Ingresos de la Federación cada año, el senador Gustavo Madero Muñoz, del Partido Acción Nacional (PAN) consideró que el precio estimado por Hacienda, y con el que se diseñó el paquete económico 2024, está subestimado con el objetivo de destinar los ingresos excedentes de manera discrecional.
“Están estimando el precio en 56 dólares por barril para 2024, cuando ahorita está en 84.89 dólares, 50% arriba, yo le pregunté en la última reunión, a cuánto equivale cada dólar subestimado, usted me respondió 15,000 mdp; esos recursos como no están etiquetados en el presupuesto, los va a poder utilizar con discreción y opacidad; serían en promedio 422,000 mdp, que están subestimados en su Ley de Ingresos”, expresó Madre Muñoz.
Yorio explicó que de esos 15,000 mdp, por cada dólar adicional, 6,000 van para la administración federal, mientras que el resto se va a Petróleos Mexicanos. Además que los ingresos excedentes petroleros tienen marcada su ruta en la Ley, por lo que estos en primera instancia se destinarían a compensar otro rubros que puedan quedar por debajo de su estimación, como los ingresos por impuestos.
En segunda instancia, y ya con ingresos faltantes compensados, se pueden utilizar para pensiones o amortiguar efectos por la inflación, con subsidios eléctricos o a los combustibles. En tercer lugar, se determina, que estos recursos se pueden destinar a alimentar los fondos de estabilización presupuestaria para el gobierno federal (FEIP) y para las entidades federativas (FEIEF).
“Sabemos que los precios actuales están por arriba, lo importante es analizar una situación geopolítica que no necesariamente va a mantener el precio del petróleo en los niveles que estamos observando, o cuando menos ahora no existe evidencia de que vayan a subir”, dijo el subsecretario.
Agregó que el mercado y los analistas no esperan que los precios del petróleo suban después del conflicto en Oriente Medio, pues se está previendo una desaceleración en las economías asiáticas, sobre todo en China, lo que significa una menor demanda global de petróleo, además se espera un incremento en la producción petrolera de Medio Oriente.