Economistas encuestados por Reuters proyectaban que el PIB se expandiría a una tasa del 4.3%.
Las estimaciones oscilaban entre 2.5% y 6.0%, un amplio margen que refleja que algunos datos, como los pedidos de bienes duraderos de septiembre, el déficit del comercio de bienes y las cifras de inventarios mayoristas y minoristas se publicaron al mismo tiempo que el informe sobre el PIB.
La economía creció a un ritmo del 2.1% en el trimestre abril-junio y se expande a un ritmo muy por encima de lo que los funcionarios de la Reserva Federal consideran la tasa de crecimiento no inflacionaria de alrededor del 1.8%.
Aunque es improbable que el fuerte ritmo de crecimiento del pasado trimestre sea sostenible, es un testimonio de la resistencia de la economía a pesar de las agresivas subidas de tasas de interés de la Fed.
La expansión podría desacelerarse en el cuarto trimestre debido a las huelgas de United Auto Workers y a la reanudación de los reembolsos de préstamos estudiantiles por parte de millones de estadounidenses.
La mayoría de los economistas han revisado sus previsiones y creen ahora que la Reserva Federal puede lograr un "aterrizaje suave" para la economía, señalando la fortaleza de la productividad de los trabajadores y una moderación del crecimiento de los costos laborales unitarios en el segundo trimestre, que prevén se traspasaron a julio-septiembre.
El gasto de los consumidores, que representa más de dos tercios de la actividad económica estadounidense, fue el principal motor.
La solidez del mercado laboral está sirviendo de apoyo al gasto. Si bien el crecimiento de los salarios se ha ralentizado, está aumentando un poco más deprisa que la inflación, lo que eleva el poder adquisitivo de los hogares.
La resistencia del mercado laboral se puso de manifiesto en otro informe del Departamento de Trabajo publicado el jueves, según el cual el número de personas que presentaron nuevas solicitudes de subsidio de desempleo aumentó a 210,000, en cifras desestacionalizadas, durante la semana finalizada el 21 de octubre, frente a las 200,000 de la semana anterior.
Es probable que los datos del PIB no influyan en la política monetaria a corto plazo, en medio de un repunte de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense y la venta de acciones en los mercados bursátiles, que han endurecido las condiciones financieras.
Los mercados financieros esperan que la Fed mantenga las tasas de interés sin cambios en su reunión de política monetaria del 31 de octubre al 1 de noviembre, según FedWatch de CME Group. Desde marzo del 2022, el banco central ha subido su tipo de referencia a un día en 525 puntos básicos, hasta situarlo en el actual rango del 5.25% al 5.50%.