El brexit ha provocado el traslado de unos 7,000 puestos de trabajo en el sector financiero de Londres a la UE, lo que ha aumentado la presión sobre Reino Unido para que reforme las normas financieras con el fin de mantener la competitividad de la City a escala mundial.
El BCE, que supervisa a los grandes bancos ubicados en la zona euro, dejó claro el miércoles que su Desk Mapping Review (DMR) de 2020, en el que comprobó si esos centros eran "cascarones vacíos" que dependen de servicios con sede en Londres, no era algo puntual.
"Otras actividades relacionadas con el brexit que complementan el DMR incluyen (...) la realización de una revisión supervisora de las restantes actividades de banca corporativa y de inversión que no estaban cubiertas por el DMR (fusiones y adquisiciones, mercados de capitales de renta variable, mercados de capitales de deuda, financiación apalancada)", afirmó.
El BCE dijo que había identificado 264 mesas de negociación en su ejercicio de mapeo, que representan 91,000 millones de euros (99,000 millones de dólares) de activos ponderados por riesgo (APR), y 4,000 millones de euros de ingresos netos de negociación.
Ahora está evaluando los comentarios de los centros brexit sobre la revisión antes de establecer requisitos obligatorios sobre la dotación de personal directivo suficiente, dando a los bancos 18 meses para cumplirlos.
Según el BCE, las 56 mesas de negociación "importantes" identificadas deben gestionarse totalmente a nivel local desde la UE o con "capacidades locales significativamente reforzadas". Se prevé que el número total de operadores de alto nivel aumente en 132, hasta 306.