Además, en marzo hay elecciones en Irán, también hay en Egipto; Ucrania y Rusia. A esto agreguemos las cuestiones locales; el déficit fiscal más grande en 30 años para 2024, las elecciones presidenciales, el aumento al salario mínimo, así como las elecciones de Estados Unidos, en donde se va a tratar de impulsar el gasto para que no haya una desaceleración fuerte, agregó el especialista.
No bajan precios
Gutiérrez explicó que los precios no han dejado de subir, solamente están aumentando de manera más lenta.
“En particular, en productos muy clave para la dieta mexicana, como el frijol, tortilla, huevo, son precios que están muy disparados y que difícilmente se van a reducir; el limón, vimos, se disparó mucho por tema de inseguridad pública, no tanto como el año pasado, pero encareció, hay ciertas sensibilidades que afectan al precio de la tortilla, la carne, van a estar caros”, comentó.
En tanto, el Instituto Mexicano de Ejecutivos en Finanzas (IMEF) prevé que la inflación termine 2023 en 4.65%, y el 2024 en 4.0%.
“Cabe destacar que la siguiente etapa de la lucha contra la inflación, para bajarla del 4% y acercarla a su meta de 3%, es la más complicada, y los riesgos siguen inclinados al alza”, destacó el IMEF en su último análisis mensual.
Entre los riesgos al alza de la inflación destacan la posibilidad de nuevos choques por disrupciones en los mercados globales, aumentos en precios agropecuarios como consecuencia del clima extremo, un entorno financiero global más tenso que genere una depreciación cambiaria significativa, y posibles efectos inflacionarios de un nuevo incremento en los salarios mínimos muy por arriba del crecimiento en la productividad, destacó.
El instituto refirió que la inflación ha descendido a un ritmo parecido al anticipado, lo que ha permitido un cambio en la caracterización de la guía prospectiva de la política monetaria del Banco de México, abriendo la posibilidad de comenzar a observar reducciones en su tasa de referencia durante la primera mitad de 2024.