El gasto en pensiones, sin incluir los programas de pensiones para el bienestar, ha crecido rápidamente en los últimos 18 años, entre 2006 y 2023; creció a una tasa promedio anual real de 6.8%, refiere un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
En tanto, el costo financiero, es decir, los intereses que se pagan por el servicio y adquisición de deuda pública, absorbió el 12.9% del gasto público a finales del año pasado, el porcentaje más alto de los últimos 21 años.
El aumento de este compromiso financiero obedece al alza de tasas de interés de referencia en todo el mundo y en México, por parte del banco central, tras el objetivo de paliar la ola inflacionaria que llegó con la pandemia de covid-19 y se acentuó con el conflicto Rusia y Ucrania.
Alejandra Macías, directora del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), refiere que estos gastos obligatorios dejan con menos recursos a otros rubros, año tras año, como Salud, Educación e infraestructura pública.
En tanto, las transferencias de recursos federales a los estados se han mantenido estáticas en los últimos cinco años.
Moody’s Local México advirtió el mes pasado que algunos estados podrían enfrentar desequilibrios operativos este año , debido a que sus presupuestos no contemplan un margen entre sus ingresos por participaciones y la estimación del presupuesto federal.
“Aunque las entidades cuentan con el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF), estimamos que no alcanzaría a cubrir la diferencia entre participaciones observadas y presupuestadas”, anotó Moody’s.