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Inversión extranjera directa, un motor económico de México en los próximos años

Además del récord que registró México en 2023, en los próximos años la inversión extranjera directa ayudará a generar un círculo virtuoso en el país.
mié 21 febrero 2024 05:29 AM
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En 2023 llegaron a México poco más de 36,000 mdd de inversión extranjera directa.

Luego del récord de inversión extranjera directa (IED) que llegó a México en 2023, se espera que en los próximos años sea un motor para la economía mexicana.

La llegada de IED a México significa que hay buenas expectativas y confianza en el país de parte de los inversionistas, nacionales y extranjeros, a pesar de la coyuntura electoral.

En 2024, tanto México como Estados Unidos celebrarán elecciones presidenciales, lo que suele generar incertidumbre a empresas e inversionistas.

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El año pasado México recibió la cifra histórica de 36,058 millones de dólares de inversión extranjera directa, monto superior a los 25,292 mdd de 2022, de acuerdo con cifras preliminares que dio a conocer la Secretaría de Economía.

Del total, 26,631 millones de dólares correspondieron a reinversión de utilidades, 4,817 millones a nuevas inversiones y 4,610 millones a cuentas entre compañías.

La IED se puede sumar a las remesas y las exportaciones, principalmente hacia Estados Unidos, como motor para la economía mexicana.

IED hacia el futuro

El nearshoring jugará un papel importante para la llegada de capital extranjero a México, pues las empresas, además de buscar estar más cerca del mercado estadounidense, buscan reducir la huella de carbono.

Para este año se estima que llegarán al país alrededor de 38,000 millones de dólares de inversión extranjera. "Si no fuera un año electoral, pudiera subir la cifra a 41,000 millones", señala Gabriela Siller, directora de análisis económico financiero de Banco Base.

La ubicación de México y el tratado comercial con Estados Unidos y Canadá (T-MEC) juegan a favor de México para la reunificación de las cadenas de producción.

Es importante aclarar que el registro que se hace en el país de la IED no permite identificar para qué se usan los recursos, si es para la relocalización o para que una compañía renueve maquinaria.

“Una compañía puede estar financiando la relocalización de alguno de sus procesos con fondos que vengan de cualquier origen: utilidades, cuentas entre compañías o nuevas inversiones. Nuevas inversiones son nuevos inversionistas que pueden estar financiando desde un proceso de relocalización hasta una mera transferencia y activos”, explicó el economista Sergio Silva.

Por ejemplo, en octubre de 2023, la empresa de rodamientos (baleros) inauguró una nueva planta en Nuevo León, en el municipio de Guadalupe. Posteriormente anunció el cierre de su planta en Corea del Sur para trasladar parte de su producción a México.

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“La inversión extranjera directa definitivamente va a ser un motor para lo que se genere hacia los siguientes años. Y es una señal de confianza en el país, porque habla de una estabilidad macroeconómica y en las finanzas públicas, a pesar de la coyuntura política”, dijo Humberto Calzada, economista en jefe de Rankia Latinoamérica.

La IED genera crecimiento a corto, mediano y largo plazos. “En el corto plazo, es una mayor inversión; a mediano y largo plazos, aumenta la productividad, hace crecer el producto interno bruto, hace crecer los salarios sin generar presiones en costos y, finalmente, mejora la calidad de vida de los habitantes al propiciar mejor productividad. Genera un círculo virtuoso”, agregó Siller.

Además, agregó, la llegada de capital extranjero en México, donde no hay mucha inversión privada local, hace que llegue más tecnología al país y que mejoren las condiciones económicas.

De los tres componentes de la inversión extranjera: reinversión de utilidades, nuevos capitales y cuentas entre compañías, los analistas entrevistados señalan los dos primeros como los más importantes.

Oportunidad desaprovechada

A pesar de que seguirá llegando capital extranjero al país, no se está aprovechando al máximo la oportunidad que representa el nearshoring. “A China llegaban más de 300,000 millones de dólares de inversión extranjera directa. De ese tamaño es la oportunidad del nearshoring”, apuntó Siller de Banco Base.

En 2013, año de la reforma energética de Enrique Peña Nieto, llegaron al país 48,000 millones de dólares, de acuerdo con cifras revisadas de la Secretaría de Economía.

Las inversiones en materia de energía disminuyeron por la política energética del presidente Andrés Manuel López Obrador. Las nuevas inversiones en 2023 representaron 13% de la IED del año pasado, la menor proporción en registro desde que inicia la serie, “un dato bastante malo”; el monto (4,817 millones de dólares) fue el menor desde 2012, destacó Siller.

Hay países como Vietnam al que está llegando parte de la inversión extranjera directa que ha dejado de tener como destino al gigante asiático.

Para aprovechar esta oportunidad no basta la vecindad con Estados Unidos ni el T-MEC. Es necesario “dar las condiciones tanto en infraestructura como las condiciones fiscales y regulatorias, para que el inversionista tenga más confianza en el país, así como respetar el Estado de Derecho”, dijo Calzada.

Este año podrían detenerse algunas inversiones o anuncios, hasta que se tenga un panorama claro no solo del resultado de las elecciones en México y Estados Unidos, sino de las políticas económicas que tomarán los próximos presidentes de ambos países.

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