"Pero hay una diferencia creciente entre las necesidades de los países en desarrollo y las disponibilidades", agregó desde Copenhague, en un reunión de preparación de la cumbre climática.
Para el ministro, "las finanzas estarán en el centro de la diplomacia del clima este año".
En la COP28, el mundo acordó "una transición" energética que permita abandonar progresivamente los combustibles fósiles, pero no incluyó avances en el desbloqueo financiero hacia países en desarrollo, uno de los escollos en las negociaciones.
Este tema será central en la cumbre de Bakú, que debe establecer un nuevo objetivo para la ayuda financiera climática.
Las negociaciones sobre esta ayuda "son una oportunidad para trazar una nueva vía, desbloquear fondos y restaurar la confianza entre las partes", abundó Babayev.
Si se alcanza "una señal clara y fuerte" sobre más fondos, "daremos a todas las partes los medios para aumentar las ambiciones de sus próximas Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC)", dijo el ministro.
Estas contribuciones son los compromisos de descarbonización de cada país, que deben ser revisados al alza de aquí a la COP30 en Brasil en 2025.