El monto que se espera por la venta y exportación de petróleo es 155,145 mdp menos que lo que se espera para el cierre de este año: 1.103 billones de pesos (bdp), la caída en la estimación de estos ingresos se relaciona con el menor precio promedio por barril que se espera para la mezcla petrolera mexicana, al pasar de 71.3 dólares en 2024 a 58.4 dólares en 2025.
Hacienda detalló en los Precriterios que por cada variación de un dólar en el precio promedio de la mezcla mexicana estimado para 2025 el efecto en los ingresos del sector público será de 12,000 millones de pesos.
También prevé una menor plataforma de exportación al pasar de 967 millones de barriles diarios en 2024 a 958 millones de barriles diarios en 2025.
“La baja estimación en el precio del petróleo obedece al lado de la oferta, Estados Unidos tiene que crecer su oferta de petróleo y medio oriente también, Rusia ha mantenido sus niveles de producción, se espera que la oferta mundial sea vasta y se mantenga estable”, explicó Arturo Carranza, director de Proyectos de Energía en Akza Advisors.
Esto tiene implicaciones en las finanzas públicas, que implican su despetrolización, por un lado recibes menos dinero por la venta y exportación petrolera, pero también, debido a la baja de los combustibles puedes recaudar por la parte del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) que se cobra a las gasolinas y el diésel, pero no tanto para compensar la falta de ingresos por un menor precio de la mezcla, detalló el especialista en materia energética.
México Evalúa, aboratorio de investigación, ha advertido sobre la baja en la llegada de ingresos petroleros al sector público, y considera que es una tendencia que se mantendrá en los siguientes años.
“La ‘despetrolización’ de las finanzas públicas es una dura realidad para un Gobierno que no ha logrado recaudar lo suficiente en impuestos (lo suficiente como para que la caída de los ingresos petroleros no lo desequilibren del todo, se entiende)”, refiere un análisis de México Evaúa.
Los ingresos tributarios han pasado de representar el 49.3% de los ingresos totales del Sector Público en 2000, a abarcar 62.5% en 2020, el porcentaje más alto en estos 20 años. El ISR es el impuesto con mayor peso (33.0%), seguido del IVA (18.5%).
En cambio, los ingresos petroleros presentaron la proporción más baja desde 2000, respecto al porcentaje que representan de los ingresos totales: 11.3%.