De acuerdo con la publicación "Nearshoring: Posibles escenarios de su tamaño e impacto en la economía de México" del Instituto de las Américas de Georgetown, tras un análisis de varios factores como la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la pandemia de covid-19 y el ciclo pospandémico, así como la magnitud potencial de los efectos de la deslocalización sobre las exportaciones y la producción sectoriales en México, se identifican posibles procesos de nearshoring que pueden estar en marcha.
Daniel Chiquiar y Martín Tobal, autores del artículo, indican que esta cifra (1%) refleja los efectos del aumento de las exportaciones en industrias como la fabricación de equipos informáticos y periféricos, bebidas, semiconductores y otros componentes electrónicos, y fabricación de equipos de comunicaciones.
"La evidencia anecdótica e indirecta sugiere que el proceso de nearshoring ya está ocurriendo en México. Las demandas de espacio industrial y mano de obra en el lado mexicano de la región fronteriza han mostrado aumentos importantes en un contexto de aumento significativo en la utilización de la capacidad", refiere el documento.
Viendo hacia adelante, el efecto del nearshoring puede ser mayor, porque proyectan un aumento general de alrededor de 2% del PIB de México.
Esta cifra es de un orden de magnitud comparable a las estimaciones existentes sobre el efecto del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en la economía mexicana.
Los autores precisan que estas cifras deben tomarse como una aproximación del posible orden de magnitud de los efectos del nearshoring en la economía de México, pero no como una proyección precisa.
Explican que las estimaciones se basan en el supuesto de que México logra una mayor participación del valor agregado interno en sus exportaciones en los años siguientes y, especialmente, que expanda su capacidad productiva en los sectores beneficiados por la deslocalización de empresas en Asia.
También dependerá de la disponibilidad de mano de obra calificada en la economía.