Tras cuatro años de ausencia en el Índice de Confianza de Inversión Extranjera Directa (IED) de Kearney, México regresó en el lugar 21 de 25 países que se incluyen, gracias al fenómeno de la relocalización de empresas desde Asia al país: el nearshoring.
La consultora estadounidense de gestión global indicó que México está posicionado para ganar por el efecto del nearshoring.
De acuerdo con algunos datos expuestos por Omar Troncoso, socio de Kearney México, el país se estaría ubicando en la economía número 12 del mundo en 2023, con base en información preliminar del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Aunque precisó que aún se observa cierta cautela de los inversionistas, México va a ser de los países con mayor captación de inversión extranjera, lo cual se verá reflejado en los próximos años.
Agregó que México es el país más beneficiado por inversiones de manufactura que migran de Asia y otros lugares, el denominado "reshoring".
México permaneció fuera del top de los 25 países incluidos por Kearney en 2020, 2021, 2022 y 2023, cuatro años de la administración de Andrés Manuel López Obrador.
En 2019, el primer año del gobierno de AMLO, se ubicó en el lugar 25, mientras que en 2018, último año de la administración de Enrique Peña Nieto, se posicionó en el 17.
El mejor lugar que ha registrado México fue con Vicente Fox, porque en el 2001 se colocó en la quinta posición.
El Índice de Confianza de IED de Kearney es una encuesta anual a ejecutivos de negocios globales que clasifica los mercados que probablemente atraerán la mayor inversión en los próximos tres años.
Según lo señalado por Troncoso, se estima que la IED que ingrese a México oscile entre los 40,000 y 45,000 millones de dólares en 2024, además se espera un ajuste en la porción de reinversiones y nuevas inversiones, en el cual, las últimas ganen terreno.
La IED que recibe México como proporción del PIB (2.7%) aún es baja, esto si se compara con otros países de América Latina, por ejemplo, la de Chile es de 6.9%, la de Colombia de 4.9% y la de Brasil de 4.8%.
Respecto a las inversiones que se notifican, dijo que de los más de 100,000 millones que se reportaron en 2023, se prevé que se concreten entre 50% y 70%, porque no siempre se hacen realidad estos anuncios.
Para Troncoso, a diferencia de otras voces, el nearshoring en México no tiene una fecha de caducidad tan próxima, pues a China le costó 30 años construir su base manufacturera, una situación que no va a cambiar de la noche a la mañana.
En ese tenor, se espera ver un mayor flujo de IED a México hacia 2025 y 2026.
