El crecimiento proyectado del PIB de México para 2024 está por encima del promedio de los países de la OCDE (1.7%).
El organismo destaca que, en el caso de México, los indicadores a corto plazo muestran la resiliencia del consumo y la tendencia al alza de la inversión, en particular en la construcción no residencial, la cual es impulsada por los proyectos de infraestructura pública en el sur del país.
En cuanto a la inflación estima un descenso a 3.9% en 2024 y a 3.2% en 2025.
"La política monetaria debería seguir siendo restrictiva para garantizar que la inflación siga descendiendo de forma sostenida hacia su objetivo. Si se focalizan los aumentos del gasto social en los hogares con ingresos bajos y se basan los proyectos de inversión pública en un sólido análisis costo-beneficio, se podría aumentar la eficacia del gasto público y mitigar los riesgos inflacionistas", señala el informe de la OCDE.
Respecto al mercado laboral, resalta su solidez, pues cuenta con una baja tasa de desempleo y los salarios reales han aumentado, apoyados por los incrementos de los salarios mínimos.
Además, dice que si se aporta mayor certidumbre al ámbito regulatorio, incluido en el sector energético, se podría aprovechar aún más la relocalización de procesos de producción hacia México.
"El consumo privado será un motor clave, apoyado por el bajo desempleo y el aumento de los salarios reales. La inversión privada se beneficiará progresivamente del traslado de la actividad manufacturera hacia México", refiere la OCDE.