El FMI está satisfecho con el plan del presidente ultraliberal Javier Milei porque "ha permitido avanzar más rápido de lo previsto en el restablecimiento de la estabilidad macroeconómica y reencauzar firmemente el programa", afirma en un comunicado.
Destaca sobre todo "el primer superávit fiscal trimestral en 16 años, la rápida caída de la inflación, el cambio de tendencia de las reservas internacionales y una fuerte reducción del riesgo soberano".
Un superávit logrado con miles de despidos y el deterioro de salarios y jubilaciones en un país que atraviesa una fuerte recesión económica, con una inflación que roza el 290% interanual.
La organización internacional considera que las autoridades argentinas "han realizado esfuerzos significativos para ampliar la asistencia social a madres y niños vulnerables, así como proteger el poder adquisitivo de las pensiones".
En la calle las protestas se suceden desde que Milei asumió el cargo en diciembre pasado con un plan "motosierra" para recortar el gasto.
El Fondo afirma que se llegó a "un entendimiento sobre las políticas para seguir afianzando el proceso de desinflación, reconstituir las reservas internacionales, apoyar la recuperación y mantener el programa firmemente encauzado".
El acuerdo queda sujeto a la aprobación del directorio, que se reunirá en las próximas semanas.
No precisa la cantidad del desembolso pero un portavoz del FMI confirmó a la AFP que corresponde a la prevista en el programa, es decir casi 800 millones de dólares.
"Mejores de lo esperado"
Los resultados son "mejores de lo esperado" pero "es necesario que continúen realizándose esfuerzos para mejorar la calidad y la equidad de la consolidación fiscal, afinar los marcos de política monetaria y cambiaria, así como atender los cuellos de botella para el crecimiento", estima la organización financiera.
Los expertos del Fondo y el equipo del ministro de Economía argentino Luis Caputo acordaron metas para avanzar en las reformas.
Se mantiene el objetivo de alcanzar el equilibrio sin financiación neta del banco central, reducir los subsidios y reforzar el control del gasto.