La rebaja del crecimiento del primer trimestre siguió a la reciente debilidad de las lecturas de las ventas minoristas y del gasto en bienes de equipo.
El índice de inflación del primer trimestre se revisó a la baja, del 3.4% al 3.3%, lo que supone el mayor crecimiento trimestral de la presión sobre los precios en un año. Tras la moderación registrada durante gran parte del año pasado, la inflación se situó por encima de las previsiones a principios de 2024, lo que llevó a los responsables de la Reserva Federal a retrasar las expectativas de recorte de las tasas de interés.
La revisión a la baja del PIB sitúa la tasa de crecimiento del primer trimestre en la más baja desde el segundo trimestre de 2022, cuando la economía se contrajo, y deja la producción por debajo de la tasa del 1.8% que las autoridades de la Fed consideran su potencial no inflacionista a largo plazo.
Sin embargo, no se espera que el débil comienzo de año persista en el segundo trimestre, gracias en parte a la fortaleza del mercado laboral.