Resalta que este año el déficit fiscal es superior a 5% del PIB, el mayor en más de tres décadas.
"La difícil situación fiscal heredada por la administración entrante se debe a una combinación de aumento del gasto social, mayores costos de endeudamiento y elevadas inversiones debido a la finalización de proyectos de infraestructura prioritarios de la administración saliente".
La agencia prevé que la deuda del gobierno llegue a 48.8% del PIB en 2024, un salto de 3.2 puntos porcentuales.
Refiere que la próxima administración ha mostrado voluntad de reducir el déficit a niveles consistentes con una trayectoria estable de deuda/PIB, pero persiste la incertidumbre sobre cómo se logrará.
"El apetito político por una reforma para mejorar la recaudación de impuestos sigue sin estar claro".
Además, el apoyo financiero a Pemex sigue siendo un desafío adicional para el soberano.
La deuda de Pemex, equivalente a casi el 6% del PIB, "sigue siendo un pasivo contingente importante para el soberano".
Por otra parte, Fitch estima que México seguirá beneficiándose de instituciones macroeconómicas sólidas y de estabilidad. El desempleo está en niveles récord y la inflación continúa convergiendo al rango meta de Banxico.
"El crecimiento resiliente de Estados Unidos este año será una bendición para la economía mexicana, pero las altas tasas de interés probablemente afecten el crecimiento del crédito", dice.
En lo que corresponde al nearshoring, se espera que la economía mantenga un impacto positivo, aunque las políticas de la nueva administración podrían influir en el atractivo de México.