Brasil estaba en una situación similar, pero la adopción de las tarjetas de crédito fue rápida y el sistema Pix, respaldado por el Banco Central, se perfila ahora para liderar los pagos digitales.
"Hay una apuesta cada vez más fuerte en lograr generar mayor penetración de terminales, porque también en México estamos rezagados versus otros países donde la penetración por cada mil habitantes es mayor", dijo Brousset.
"En México esa penetración de mercado se ha acelerado", añadió.
Hace cinco años, alrededor de un millón de lectores de tarjetas de crédito proporcionados por bancos tradicionales y otro millón de terceros como Mercado Pago y Clip, una plataforma mexicana de pagos digitales, eran utilizados por vendedores y tiendas en el país, según la empresa.
Ahora, el número de lectores de tarjetas de crédito proporcionados por los bancos, que son más voluminosos que los dispositivos de Mercado Pago e imprimen recibos de papel, se ha estancado, mientras que terceros han desplegado más de cuatro millones, según la empresa. En el último año, el crecimiento porcentual de los lectores de tarjetas de Mercado Pago en México está en la parte baja de los "tres dígitos", dijo Brousset, explicando que "es bastante acelerado". No quiso hacer comparaciones con otros países en los que opera la empresa.
Brousset explicó que obtener un lector tradicional de un banco puede requerir una larga visita a una sucursal donde los vendedores tengan una cuenta, destacando la facilidad de pedir uno por Internet a Mercado Pago, donde los lectores tienen un precio tan bajo como 149 pesos mexicanos.
Además de sus lectores de tarjetas de crédito, Mercado Pago en México también ofrece préstamos, tarjetas de crédito y débito y transferencias desde el extranjero.
La empresa firmó más de un millón de préstamos para pequeñas empresas en el país el año pasado y espera superar los dos millones en 2024, según Brousset.
Mercado Pago tiene previsto solicitar una licencia bancaria en el país en los próximos meses, lo que le permitiría ofrecer servicios como cuentas de ahorro y corrientes, certificados de depósito (CD), préstamos comerciales e hipotecas.
Brousset dijo que era demasiado pronto para hablar de cómo afectaría la licencia a las opciones de los comerciantes.