En el segundo trimestre, las compras de joyas, mayor segmento de la demanda mundial de oro, cayeron 19% interanual a 390.6 toneladas, según el informe trimestral de la organización, publicado el martes.
La baja en las compras de joyas lastró la demanda mundial del metal precioso de abril a junio, que perdió 6% interanual a 929 toneladas.
Se trata del segundo trimestre más débil para la demanda de joyas desde 2020, cuando se vio muy golpeada por la pandemia del covid-19, con numerosas ceremonias canceladas o aplazadas.
En China e India, los dos principales mercados para la joyería de oro, las bodas son una ocasión para que las familias resguarden parte de sus ahorros al canjearlos por lingotes, collares, anillos, pulseras y otros objetos de oro.
La demanda de joyas también disminuyó en términos de su valor en dólares, porque el alza del precio del oro no acaba de compensar la caída en los volúmenes.
A mediados de mayo, el metal amarillo alcanzó un máximo histórico de más de 2,450 dólares la onza, un pico que fue superado poco después.
En China, las compras de joyas se desplomaron 35% interanual en el segundo semestre, afectadas por el alza de precios y la desaceleración económica.
Las "dificultades del mercado inmobiliario" en el país y "las perspectivas económicas inciertas contribuyeron con la prudencia de los consumidores y su fuerte voluntad de ahorrar", señaló la organización en el informe.
En ese contexto, los compradores chinos prefieren las piezas pequeñas de menor costo.
Toma de beneficios
Los precios récord del oro también pesaron fuertemente en la demanda de joyas en India, que se desplomó 17% interanual.
Incluso la festividad hindú de Akshaya Tritiya, considerada una de las principales ocasiones para comprar oro en India, dio un impulso apenas fugaz a las compras de oro.
También en Turquía, la demanda de joyas registró su primera baja interanual desde inicios de 2022, y es "exclusivamente debido al alto precio del oro", según la CMO.
Pero los precios quizás no solo han desanimado a los posibles compradores, sino que también "motivaron a algunos pequeños inversionistas a recoger beneficios", señaló Louise Street, analista de la organización.
Los inversionistas occidentales también aprovecharon los precios históricamente altos para tomar beneficios. Por el contrario, los precios elevados despertaron el apetito de los inversionistas asiáticos.