A esto se agrega la desaceleración del consumo y de la inversión en el propio país, sí como la incertidumbre del entorno internacional y reducción en el gasto público.
Para 2025, la estimación de crecimiento para México es aún menor con 1.4%.
La Cepal señala que existen factores que pueden modificar la estimación a la baja o al alza, asociados al ritmo de la actividad económica mundial, la atracción de inversión nacional y extranjera y la disponibilidad internacional de insumos para la producción.
Aunque en la parte de inversión extranjera José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Cepal, dice que por si sola no hará un cambio significativo en el crecimiento económico, tiene que ir acompañada de otros factores como fortalecimiento de la fuerza laboral y la productividad, de las pymes y la inversión pública y privada interna.
"(Los anuncios de inversión) en general son muy buenas noticias, pero hay que tomar en cuenta que eso es equivalente en promedio un 2% del producto interno bruto de México, (...) es un país muy grande se requerirían muchos más anuncios para mover en las agujas".
Refiere que en el primer semestre de 2024, el PIB de México aumentó un 1.5%, en su estimación oportuna y con cifras desestacionalizadas, en comparación con el registrado en el mismo período de 2023.
Y entre enero y mayo de 2024, el consumo privado aumentó en promedio un 3.7% interanual (frente a un 5.2% en el mismo período de 2023), apoyado por el aumento de los salarios y el incremento, aunque en desaceleración, de los flujos de las remesas familiares.
Mientras que la inversión fija bruta creció en promedio un 10.2% en el mismo período de 2023 aumentó un 13.3%), influida por la inversión pública y el fortalecimiento de las inversiones en las cadenas de suministro vinculadas, en parte, con la relocalización de inversiones.
En general en América Latina y el Caribe se mantendrá con una trayectoria de bajo crecimiento este año, a una tasa promedio de 1.8%.
La Cepal destaca que en el transcurso de la última década, los países de América Latina han exhibido un bajo crecimiento económico, con una tasa promedio del 0.9% en el período 2015-2024.
Ante esto, refiere que el dinamizar el crecimiento constituye una tarea primordial para que la región pueda responder a los desafíos ambientales, sociales y laborales a los que se enfrenta en la actualidad.