El gasto de los consumidores sigue apoyándose en ganancias salariales aún sólidas, a pesar de que el mercado laboral se ha ralentizado considerablemente.
Las revisiones anuales de los datos de contabilidad nacional publicadas el jueves mostraron un mayor crecimiento de los sueldos y salarios en el segundo trimestre de lo que se había estimado anteriormente. La tasa de ahorro también fue mayor de lo que se pensaba. El aumento de los ingresos y del ahorro es un buen augurio para el gasto de los consumidores en lo que queda de año.
Se temía que los consumidores recurrieran a sus ahorros para financiar el gasto. El nerviosismo en el mercado laboral, con una tasa de desempleo superior al 4%, había hecho temer un ahorro preventivo, que socavaría el gasto.
La semana pasada la Reserva Federal recortó su tasa de interés de referencia a un día en 50 puntos básicos hasta el rango del 4.75%-5%, la primera reducción de los costos del crédito desde 2020 que, según el presidente de la Fed, Jerome Powell, pretendía demostrar el compromiso de los responsables monetarios con el mantenimiento de una tasa de desempleo baja.
Las estimaciones de crecimiento para el tercer trimestre se sitúan en torno a una tasa anualizada del 2.9%, y se considera que el gasto de los consumidores igualará el ritmo del trimestre abril-junio. La economía se expandió a un ritmo del 3.0% en el segundo trimestre.
Mientras, el índice de precios de los gastos de consumo personal (PCE) subió un 0.1% en agosto, tras un alza no revisada del 0.2% en julio. Los economistas habían previsto un avance de la inflación PCE del 0.1%. En los 12 meses hasta agosto, el índice de precios PCE ganó un 2.2%, tras el 2.5% en julio.