“Los problemas con el Estado de Derecho han sido por mucho tiempo una barrera para las empresas en México”, destacó UBS.
Para el banco, las empresas más pequeñas serán las vulnerables a la reforma al poder judicial debido a que las multinacionales podrían acudir a los arbitrajes internacionales para resolver disputas.
“Las empresas nacionales más pequeñas se enfrentarán a mayor incertidumbre en la obtención de protecciones judiciales y fallos ya que el sistema local puede volverse más propenso a conflictos de interés e influencia política”, destacó.
Además, con el cambio de administración se espera que haya un menor dinamismo en la economía, algo típico del primer año de gobierno. “Los nuevos funcionarios se centran en diseñar políticas y regulaciones económicas provocando una pausa en la actividad”, destacó el reporte.
Mientras ocurre la curva de aprendizaje de la nueva administración, se esperan más retrasos en la concesión de licencias.
“Notamos una depresión en la confianza empresarial y la necesidad de una consolidación fiscal al mismo tiempo de una economía estadounidense que se modera y que puede impactar a las exportaciones y las remesas”.