La semana pasada, el Senado aprobó la reforma que cambiará la estructura del Poder judicial al dejar en manos del voto popular el nombramiento de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte, entre otras modificaciones.
El gobierno encabezado por Morena -que obtuvo una aplastante victoria en las elecciones de junio- ha impulsado la reforma, afirmando que abordará la corrupción y las ineficiencias del sistema de justicia. Sus críticos, en cambio, aseguran que podría politizar la administración de justicia y ahuyentar a los inversores.
El mercado accionario de México ha caído más de 9% este año a nivel del índice local S&P/BMV IPC, y casi 20% en términos de dólares en comparación con un aumento de 6.2% en el índice bursátil de mercados emergentes .MSCIEF.
Los diferenciales de los bonos en dólares, en 335 puntos básicos, siguen siendo más amplios que los de sus pares latinoamericanos por cierto margen, con Brasil en 222 puntos básicos, y Perú y Chile aún más ajustados.
El peso mexicano, que había sido una de las monedas con mejor desempeño a nivel mundial frente al dólar a principios de este año, ha sufrido una rápida depreciación. La divisa tocó un mínimo de dos años por encima de 20 por dólar y ha perdido alrededor de 12% desde las elecciones de junio.
"Con esta reforma, el gobierno mexicano envía una señal preocupante sobre la fragilidad institucional de México, poniendo en riesgo la relación con nuestros socios comerciales, el flujo de capital y el crecimiento económico", dijo la Coparmex, el mayor organismo patronal mexicano, en un comunicado.
La reforma "afectaría proyectos clave para nuestra economía", agregó.
Un punto de entrada
La calificadora de riesgo Fitch advirtió que la implementación de esta y otras reformas "podría afectar negativamente la calidad institucional y los controles y contrapesos de México".
Algunos creen que los efectos podrían sentirse mucho más allá de las fronteras del país.
Marco Oviedo, estratega senior para América Latina del banco XP Investments, dijo que las reformas pueden contravenir principios del acuerdo comercial entre México y sus dos principales mercados de exportación, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que será revisado en 2026.