De acuerdo con la agencia calificadora, la reclasificación puede resultar en una supervisión más estricta por parte de la Secretaría de Hacienda sobre sus operaciones y estrategias financieras.
"Esta mayor supervisión podría afectar la actividad de emisión de deuda de Pemex, pero también podría facilitar que la empresa obtenga financiamiento del gobierno", dijo Fitch.
Solo la reclasificación, este el primer escenario, en el cual la puntuación del subfactor "Toma de decisiones y supervisión" puede aumentar, este es uno de lo componentes que comprenden el puntaje de soporte general (OSS).
"Esta revisión podría aumentar el OSS de 25 a 32.5 según los "Criterios de entidades relacionadas con el gobierno" de Fitch. Este cambio, a su vez, desencadenaría un cambio en el enfoque de ajuste de niveles, del enfoque actual de abajo hacia arriba más cinco a arriba hacia abajo menos dos. En consecuencia, la Calificación de Incumplimiento del Emisor (IDR, por sus siglas en inglés) se actualizaría a 'BB' desde 'B+'", según Fitch este es el el más probable debido a su facilidad de implementación y su impacto mínimo en las métricas fiscales del país, pero sigue estando en un grado de no inversión.
El segundo escenario, de reclasificación y la garantía de deuda por más del 75% de su pasivo financiero total, lo que daría como resultado que la calificación corporativa se igualara a la del soberano, y a su vez llevaría a una mejora de cuatro niveles a 'BBB-' desde 'B+'; aquí volvería a entrar en grado de inversión.
La garantía parcial de deuda es el tercer escenario; si bien beneficiaría a la calificación menos que el escenario dos, también desencadenaría una revisión del subfactor "Precedentes de Apoyo", además del subfactor "Toma de Decisiones y Supervisión".
"Esta doble revisión podría aumentar el OSS de 25 a 35, lo que provocaría un cambio en el enfoque de escalonamiento del actual enfoque de abajo hacia arriba más cinco al de arriba hacia abajo menos uno, lo cual elevaría la calificación de BB+ desde B+.