¿Qué pasa con los consumidores?
A pesar del incremento del salario mínimo en México durante el mismo periodo, en realidad no es un factor determinante ni proporcional con el aumento de costo de vida, mencionó Magaña.
Esto se debe a que el aumento salarial aplica para las personas dentro del sector formal del trabajo, que deja fuera a quienes están dentro de la informalidad. El Inegi reportó que en el segundo trimestre de 2024 , 32.2 millones de personas están en una modalidad de empleo informal, el 54.3% de la población ocupada del país.
En general, el costo de vida afecta a todas las personas, independientemente de sus condiciones laborales.
“[El incremento de precios y costo de vida] lastima de forma significativa el poder adquisitivo de la gente y en particular pudiéramos decir que la inflación es tiene un efecto regresivo, esto quiere decir que afecta más a quienes menos tienen”, destacó Alejandro Saldaña, quien suma que, al destinar mayor porcentaje de los ingresos para el consumo de productos y servicios básicos, como los alimentos o energéticos; pueden entrar en el margen de pobreza.
“La mayoría de la gente con menores y ingresos tiende a preservar sus saldos monetarios sus ahorros por decirlo de otra forma en forma líquida o en mecanismos que no generan un rendimiento, entonces obviamente cuando cuando la inflación va creciendo, pues esto va restando el valor a esos saldos monetarios que tiene la gente”, puntualizó.
¿Qué nos queda?
El economista en jefe de Ve por Más explica que una de las medidas que realizan las personas para enfrentar el encarecimiento es optar por otras alternativas o reemplazar los productos habituales por otros más asequibles para nuestras finanzas. Incluso, evitar algunas compras.
En correspondencia con el apartado anterior, una de las opciones para considerar podría ser utilizar instrumentos financieros que den rendimientos a nuestros ahorros.