De acuerdo con información del proyecto de decreto, el 57% de los ingresos, correspondiente a 5.297 billones de pesos, se generará por el cobro de impuestos, siendo la principal fuente del erario público seguido por los ingresos que se obtienen por las ventas de bienes, prestación de servicios y otros ingresos (Pemex, CFE, IMSS, ISSSTE) que contribuirán 1.500 billones de pesos, y los ingresos derivados de financiamientos aportarán 1.246 billones de pesos, aportando el 13.4% del total.
Esta iniciativa de Ley no contempla una reforma fiscal, pues el objetivo del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y Hacienda es llegar a la meta de recaudación a través de la eficiencia, facilitación y digitalización de procesos para estar al corriente con el fisco, además de continuar con acciones para el combate a la evasión y elusión fiscal.
De acuerdo con el Ejecutivo, la proyección de los ingresos tributarios es "resultado del mayor dinamismo de la actividad económica estimado para el siguiente año y los efectos de las medidas para fomentar un mayor cumplimiento de parte de los contribuyentes y combatir el fraude fiscal”, refiere Hacienda en los Criterios Generales de Política Económica para 2025.
Entre los cambios que se proponen está la creación de un programa de regularización fiscal dirigido a personas físicas y micro, pequeñas y medianas empresas, con ingresos menores a los 35 millones de pesos, para facilitar el pago de adeudos que tengan con las autoridades hacendarias y fomentar el cumplimiento voluntario de sus obligaciones tributarias.
También la ILIF propone que los recursos que se generen por la eliminación de órganos autónomos se concentren en la TESOFE como aprovechamientos para destinarse al Fondo de Pensiones para el Bienestar.