Los perdedores
“El gran perdedor será el sector de la energía renovable”, adelantó Navarrete.
Sin embargo, los analistas no ven un estancamiento en este sector, pero sí un desarrollo más lento del que se dio en la administración de Joe Biden.
“Esto no implica que las empresas no las vayan a utilizar -solo que posiblemente no tengan algún incentivo para hacerlo-, sino que serán desarrolladas por el sector privado”, dijo Janneth Quiroz.
“Si las empresas petroleras empiezan a generar energía eléctrica, las empresas que generan energía limpia estarían en gran desventaja”, advirtió el economista en jefe de Vector Casa de Bolsa.
Con la imposición de aranceles, el comercio mundial también se verá afectado, así como las cadenas productivas en las que se involucren partes de alta tecnología e innovación, apuntó Quiroz.
De materializarse la imposición de aranceles a socios comerciales de Estados Unidos como México, Canadá y China, los tres pueden responder también con aranceles.
De ocurrir, "impactará en los tres países y en la mayoría de las industrias; y se vería reflejado en la disminución del PIB: en el caso de México entre 1% y 1.6%, en Canadá entre entre 2% y 2.7% y en Estados Unidos entre 1% y 1.5%”, anticipó Saks.
Además, complementó Rodolfo Navarrete, los impuestos a las importaciones tendrían efectos inflacionarios y una pérdida de eficiencia en las empresas norteamericanas. “Cuando hay competencia internacional, las empresas compiten por un producto, pero si pones un arancel, las empresas tienen que competir con un producto (internacional) más caro. Entonces, en vez de bajar costos y ser más productivos, se van a convertir en menos costosas y menos productivas”, precisó.
Al haber declarado a los cárteles como organizaciones terroristas puede impactar de forma negativa al sector financiero, pues las autoridades estadounidenses pondrán más atención en el origen de los recursos con los que operan las empresas o las transacciones que realicen.
Eso se puede traducir en que haya menos inversión en México por el temor de las empresas ante la posibilidad de recibir dinero ilícito o que despierte sospechas de las autoridades estadounidenses.
Sin claridad
Aunque el presidente Trump ha dicho que busca hacer de Estados Unidos un país amigable con las criptomonedas, el escenario en este renglón no está tan claro.
“No podemos asegurar que vayan a tener algún tipo de regulación, porque no sé si pueda hacerse considerando que no hay un banco central que las respalde. No se tiene claro cuál va a ser el panorama”, subrayó Quiroz.
A decir de Navarrete, Trump apoyará el desarrollo de las criptomonedas, sin embargo, “la moneda digital que desarrollan los bancos centrales va a seguir su camino, independientemente de lo que haga Trump”.
“Es probable que haya un ‘boom’ en el desarrollo de criptomonedas”, complementó.