Los productos frescos que vienen de México, de los cuales depende Estados Unidos particularmente en invierno, tienen "una cadena de suministro muy corta" y por ende los aranceles tendrán un efecto muy rápido, destacó, aludiendo a la distancia con México y la ‘perecibilidad’ de los productos.
Según el Departamento de Agricultura, 72.5% de las importaciones agrícolas desde México en 2023 eran frutos y legumbres como fresas, frambuesas, aguacates (paltas), tomates o morrones, y bebidas alcohólicas como cerveza o tequila, y jugos de frutas.
El Laboratorio de Presupuesto de la Universidad de Yale consideró que los derechos aduaneros de 25% sobre las importaciones mexicanas y canadienses (10% en el caso de los hidrocarburos de Canadá), y el 20% de aranceles adicionales sobre productos chinos, llevarán a un alza de precios de 1 a 1.2%, un sobrecosto anual de 1,600 a 2,000 dólares en promedio por familia.
Aunque podrían generar unos 1,500 millones de dólares adicionales de recaudación fiscal en 2025, estos "impuestos regresivos" afectan más a las personas más modestas.
Estas medidas que aumentarán los precios se producen cuando la inflación se acercaba al objetivo de 2% de la Reserva Federal, el banco central estadounidenses.
Los expertos, tanto como los indicadores y los industriales continúan dando cuenta de la prudencia persistente de los consumidores ante la incertidumbre macroeconómica y geopolítica.
Vehículos más caros
Si los aranceles a los automóviles se instalan definitivamente, el sobrecosto por vehículo podría variar entre 4,000 y 10,000 dólares en los casos de los que son construidos en América del Norte, según Anderson Economic Group. Esta cifra no toma en cuenta posibles impuestos al acero y el aluminio.
Los analistas de Bank of America bajaron sus previsiones de producción de automóviles a unos 16.1 millones de unidades en lugar de 16.7 millones, al considerar que estos aranceles son un "riesgo importante" con el potencial de crear un "shock" en la cadena de suministros "similar al del covid".
"El presidente Trump habló mucho de hacer más fuerte a la industria automotriz estadounidense, de producir más aquí, de innovar más", destacó recientemente Jim Farley, presidente de Ford. Pero "hasta ahora, todo o que constatamos son muchos costos y mucho caos", lamentó.
Para Jessica Caldwell, de la firma especializada Edmunds, "si los aranceles se mantienen, la industria automotriz no será capaz de ajustarse de la noche a la mañana. No hay duda de que los mayores costos serán traspasados a los consumidores".
En enero y febrero, 48.6% de los vehículos nuevos vendidos en los concesionarios provenían de Estados Unidos, 17.4% de México, 7.4% de Canadá y 26.5% de otros orígenes, destaca Edmunds.
John Bozzella, presidente de la Alianza para la Innovación Automotriz, recuerda que los fabricantes de autos, de baterías y otros proveedores invierten actualmente "miles de millones" para modernizarse "pero no pueden relocalizarse en una noche".
Por su parte, el American Automotive Policy Council (AAPC), que representa a los constructores más tradicionales como Ford, General Motors y Stellantis, considera que los productos que respetan los "criterios estrictos" del T-MEC, el acuerdo de libre comercio de América del Norte entre Estados Unidos, Canadá y México, deberían quedar exentos de aranceles.
Matt Blunt, su presidente, considera que estos aranceles "perjudicarán su competitividad".
Carburante, yeso y madera
También subirán los precios de la gasolina: hasta 40 centavos por galón (3.78 litros) de aquí a marzo, según la región, anticipa el sitio especializado GasBuddy, que prevé un alza de los carburantes de uso doméstico y para aviación.
La industria aeronáutica y de defensa, el mayor sector exportador neto estadounidense, examina "estrategias para atenuar y minimizar el impacto" de los aranceles, indicó Dak Hardwick, un directivo de la Aerospace Industries Association (AIA).
Mismo escenario para la construcción ya que los nuevos aranceles de 25% sobre la madera canadiense se añaden a los 14.5% que ya existían para algunas categorías.