A nivel internacional, México se encuentra en la posición 62 de 116 países que contempla el estudio, que registra el desempeño de las economías en cinco grandes rubros: percepción comercial, bases económicas, servicios financieros, marcos institucionales, y normas y políticas internacionales. En todos los aspectos, México muestra un comportamiento estable, alrededor de las posiciones entre 61 y 65, lo que sugiere un entorno de negocios confiable y relativamente equilibrado en comparación con otras economías de la región, de acuerdo con el estudio.
“México tiene una gran cantidad de tratados comerciales, incluyendo el T-MEC, acuerdos con Europa y con países asiáticos como Japón, lo que lo hace muy atractivo para el capital extranjero”, dice Maggie Switek, directora Senior de Investigación del Milken Institute.
Para la experta, uno de los principales factores que respaldan la competitividad de México es su talento laboral.
“Es uno de los países que más ha incrementado la proporción de graduados en campos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) en los últimos años, superando incluso a algunas economías asiáticas”, comenta Switek.
En términos de sectores estratégicos, la industria automotriz sigue siendo un pilar fundamental de la economía mexicana, beneficiándose de su cercanía con Estados Unidos. Además, el sector de semiconductores está en crecimiento, con iniciativas gubernamentales para atraer más inversiones en este rubro, explica Switek. Otras industrias con alto potencial incluyen la química, la alimentaria y el sector financiero, aunque en este último Brasil sigue liderando en la región.
A pesar de sus fortalezas, México todavía enfrenta desafíos en materia de innovación y burocracia. El informe del Milken Institute indica que la percepción comercial del país, aunque mejor que la de otros países de la región, sigue afectada por procesos administrativos lentos.
Para fortalecer su atractivo como destino de inversión, México debe enfocarse en mejorar su capacidad de innovación y fortalecer su marco institucional. Switek recomienda impulsar políticas que fomenten el desarrollo de nuevas tecnologías y simplifiquen los trámites administrativos para facilitar la inversión.