Para el cierre de 2025, la dependencia ajustó su perspectiva para el crecimiento económico de México a la baja, pero en un rango lejano a lo que esperan instituciones financieras y globales, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos ( OCDE ) y el Banco Mundial. Para este año fue a la baja a un rango de 1.5-2.3% , desde un rango de entre 2% y 3%, mientras que las perspectivas del sector privado y órganos internacionales se mueven entre 1.5% y -1.3%. Para 2026 Hacienda calcula que la economía crezca en un rango de entre 1.5% y 2.5%.
La perspectiva es optimista a los ojos de analistas consultados por Expansión; no obstante, Hacienda reconoce que hay riesgos que de hacerse realidad pueden modificar sus estimaciones a la baja, pero también al alza.
Los mayores riesgos para la economía mexicana
En los Precriterios, Hacienda destaca a la incertidumbre en comercio exterior, cambios en las políticas de sus socios comerciales, eventos climáticos extremos, una baja más lenta de las tasas de interés en el mundo y tensiones geopolíticas, como los riesgos para que la economía crezca menos a lo estimado.
Esperanzas
Así como hay riesgos para que la economía crezca menos a lo esperado por Hacienda, también hay situaciones que de concretarse pueden abonar a un mayor crecimiento económico, de acuerdo con los Precriterios.
Entre estos factores destacan la resolución de las tensiones comerciales entre México, Estados Unidos y Canadá, un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania, y la implementación de estímulos en China.
El precio de no calcular bien
Es importante que las expectativas económicas de Hacienda estén apegadas a la realidad porque, mientras más se alejen, significarán pérdidas o ganancias para el erario público.
Por ejemplo: por cada punto porcentual que crece más a lo estimado el PIB por Hacienda, se ganan 50,900 millones de pesos en los ingresos públicos, pero también si la economía crece un punto porcentual menos a lo estimado por Hacienda, pierde esta cantidad.